La minería ilegal no se detiene en Crucitas de Cutris, San Carlos. Este viernes, el Ministerio de Seguridad Pública anunció que oficiales del Grupo de Apoyo Operacional de la Fuerza Pública detuvieron un vehículo que transportaba 18 sacos de sedimento minero. Los ocupantes huyeron, abandonando el automóvil familiar donde llevaban la carga extraída de Crucitas para procesarla fuera de la zona.
Esa estrategia disminuye la exposición de los coligalleros, quienes trasladan el material a galerones más retirados de la finca minera u otros lugares ocultos dentro o fuera de nuestro país, para extraer el oro con mayor facilidad.
La Fuerza Pública informó que los sacos fueron vaciados en la zona, pero no se proporcionó información sobre el paradero del vehículo abandonado.
En agosto pasado, se reportó que diariamente decenas de coligalleros ingresaban a la zona para ejercer la ilegal actividad, la mayoría provenientes de Nicaragua, dado que la frontera se encuentra a solo seis kilómetros de la finca y la vigilancia policial era laxa.
En sus acciones cotidianas los coligalleros utilizan mercurio para extraer oro de manera artesanal, lo que provoca la filtración de este metal pesado en el suelo y la contaminación de las aguas subterráneas, así como de los ríos cercanos. En marzo, los resultados de laboratorio indicaron que el agua de consumo humano en Crucitas contenía hasta 65 veces la cantidad máxima permitida de mercurio, lo que llevó a declarar lo ocurrido como emergencia.
Cutris ha sido el epicentro del oro en la zona norte por décadas, pues hace 30 años Industrias Infinito empezó, sin éxito, el proceso para obtener un permiso de extracción de oro. Desde entonces, la zona ha estado en un estado de indefinición, con incursiones furtivas de coligalleros que aún perduran y han resultado en el saqueo del metal y considerables daños ambientales.
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