Una intensa lluvia ácida que entró en contacto con el agua de las precipitaciones se transformó en una “rara” espuma volcánica que se observó en los alrededores del volcán Poás, en Alajuela.
El fenómeno, que se presentó el viernes y sábado anterior en el coloso, llamó la atención de los guardaparques y de los especialistas en vulcanología.
Precisamente, este lunes, el científico Guillermo Alvarado Induni describió la espuma como rara, hiperácida, hipersalina y con un fuerte olor a cloro.
Un día después, los vulcanólogos Gino González, de Volcanes Sin Fronteras, y María Martínez, del Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Costa Rica (Ovsicori) sostuvieron que el fenómeno es “normal”, y es producto de un incremento en las actividades del Poás.
González explicó que esta espuma se forma por una reacción de la lluvia ácida (rica en azufre) al contacto con el agua o con el concreto que hay en algunos suelos y estructuras aledañas al coloso.
“No es un fenómeno único, ni raro, tampoco se llama espuma volcánica, es algo muy común”, precisó González.
Para él, la constante emanación de ácidos ocurre cuando dentro del volcán hay magma cerca de la superficie, por lo que su equipo recolectó muestras de ceniza y las envió al Laboratorio Nacional de Nanotecnología (Lanotec), del Centro Nacional de Centro Nacional de Alta Tecnología (Cenat).
El próximo jueves, dijo González, espera saber si durante la actividad de los últimos días hubo emanación de gas magmático o magma.
Por su parte, María Martínez, quien participó en una inspección de campo este lunes, dijo que la “descompresión del sistema hidrotermal” ha sido bastante fuerte, por lo que además del vapor de agua, se han emitido a la alta atmósfera gotas de ácido, aumentando la cantidad de dióxido de azufre en la superficie.
“La fase de actividad que arrancó en abril del 2017 se sigue manteniendo hasta hoy (martes 24 de setiembre), por lo que el comportamiento es normal, pero no hay que bajar la guardia para notar cuándo hay cambios significativos y alertar a las autoridades”, dijo Martínez.
La experta añadió que debido a la actividad reciente se abrió una boca nueva en el fondo del cráter, a la par de la boca A.
“Tiene unos 30 metros de diámetro y por ahí sale mayor cantidad de calor”, mencionó.
Durante la inspección hecha este lunes se ubicaron daños en la edificación nueva hecha en el Parque Nacional Volcán Poás, así como hojas con quemaduras por la lluvia ácida.
Posted by Maria Martinez on Tuesday, September 24, 2019
En las personas con problemas respiratorios, la lluvia puede provocar tos, así como irritación severa en los ojos y alergias en la piel, en particular siendo más vulnerables los menores de edad y los adultos mayores.
Para este miércoles, está previsto que los visitantes puedan retornar al Parque Nacional Volcán Poás, situación que solo cambiaría en caso de algún evento en las próximas horas, informó la Comisión Nacional de Emergencias (CNE).