Durante la estación lluviosa los pronósticos meteorológicos suelen mencionar el paso de ondas tropicales, por lo que la población se identifica cada vez más con ese término que es sinónimo de aguaceros más intensos, así como más rayería e inestabilidad atmosférica a su paso. El primero de estos fenómenos podría exacerbar las condiciones lluviosas en el país a partir de la próxima semana.
Aunque dichos fenómenos no son nuevos, con los avances en la meteorología cada vez se les sigue más de cerca su tránsito, pues más del 60% de los ciclones se forman a partir de esos gigantescos sistemas acompañados de nubes. Según datos del Instituto Meteorológico Nacional (IMN), el nueve de mayo observaron la primera onda, recién formada, cerca de la costa oeste de África.
En caso de que se fortalezca, esa onda atravesará el Atlántico en un viaje que durará unos diez días, hasta llegar a nuestro país. Ya para su arribo, el IMN espera que todo el territorio esté con la estación lluviosa consolidada, pues Guanacaste será la última zona donde llegue y se espera que el 16 de mayo comience.
Las ondas son perturbaciones en los vientos alisios, las cuales siempre viajan con dirección de este a oeste. Son áreas extendidas que se caracterizan por producir nubes de tormenta, viento y fuertes cantidades de lluvia.
Esos fenómenos se originan en la costa oeste de África. Surgen por el choque entre las temperaturas extremadamente cálidas sobre el desierto del Sahara, que es el más grande del mundo, y las temperaturas frías del golfo de Guinea, situado en la costa oeste, al centro de ese continente.
Esa fusión entre las temperaturas cálidas y las frías genera lo que se conoce como el chorro africano del este. Ahí se forman las ondas que suelen llegar a Limón de manera recurrente entre mayo y noviembre, explicaron los meteorólogos Rosa Montero, Karina Hernández y Juan Diego Naranjo, del IMN. En promedio, 41 ondas atraviesan nuestro territorio cada año, según un análisis de lo que ha ocurrido entre el 2013 y el 2021.
Solo a principio y final de la temporada llegan de forma aislada, pues generalmente se forman “trenes” de ondas, o sea, una detrás de la otra, pero con una separación de hasta cinco días.
Hay factores climáticos como el fenómeno de La Niña, que inciden en mayor abundancia de ondas, mientras que, por el contrario, cuando prevalece el fenómeno de El Niño, son menos. Se prevé que La Niña se mantenga todavía en el trimestre de mayo a julio de este 2022.
La fortaleza de cada onda depende de varios factores, pero principalmente de la temperatura superficial del mar que encuentran a su paso. Se desplazan a una velocidad de 20 a 40 kilómetros por hora.
El eje de esos sistemas tarda alrededor de 12 horas cruzando el país desde Limón hasta el Pacífico, pero usualmente se habla de 36 a 48 horas de afectación o influencia del sistema sobre Costa Rica. Las condiciones inestables que deje una onda su paso, dependen de las características termodinámicas de cada una.
Para tener una idea de su tamaño, algunas ondas tropicales son tres veces más grandes que el territorio de nuestro país, unos 1.500 kilómetros. Según la región por la que ingrese el eje de la onda y la fortaleza que tenga, así será su influencia en las precipitaciones. Algunas de ellas han ocasionado inundaciones y caída de árboles, otras por su parte entran debilitadas y no causan mayores variaciones a su paso.
Ondas tropicales suelen ir una tras otra
FUENTE: IMN. || INFOGRAFÍA / LA NACIÓN.
Suelen arribar mayoritariamente a países que están al norte del Ecuador, tales como Venezuela, Colombia y Guyana, así como a las islas del Caribe y al istmo centroamericano.
Usualmente generan núcleos nubosos que pueden superar varios kilómetros de altura. Algunas ondas encuentran a su paso por el Atlántico masas de aire seco, como polvo del Sahara y eso las debilita o incluso las suprime.
Génesis de ciclones
Otras veces, más bien ganan fuerza en el Atlántico y se convierten en depresiones, tormentas tropicales y hasta poderosos huracanes.Ya con vientos tan acelerados, generalmente se desvían de su trayectoria original y suelen enrumbarse hacia el norte. “Hay casos de casos, dependiendo de las condiciones que encuentre a su paso una onda puede durar entre 10 y 15 días en llegar desde África hasta Centroamérica”, afirmó el meteorólogo Roberto Vindas.
Una vez que esos disturbios arriban a tierra firme y atraviesan el país tienden a desvanecerse, pero algunas veces al llegar al otro lado ganan fuerza en el Pacífico e incluso generan un ciclón en ese litoral.
Para el presente año, el IMN prevé que la temporada de huracanes del Atlántico, que se inicia el 1.° de junio, genere entre 16 y 23 fenómenos que alcanzarán la categoría de ciclón, es decir, será una temporada más alta que lo normal, la cual suele ser de 14 huracanes cada año.
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