Residentes de Punta Burica, situada a unos cinco kilómetros de la frontera con Costa Rica, en la provincia de Chiriquí, Panamá, reportaron un pequeño tsunami tras el enjambre sísmico ocurrido la tarde del lunes 22 de julio, la cual provocó un temblor de hasta 5,7 grados.
“Es un tsunami. Oh, qué locura. Uy, Dios mío. Está fuerte”, se escucha en un video de 52 segundos que grabó desde una parte alta, Enoc García, vecino de la zona. Él hace la narración mientras se ve cómo la corriente del mar se contrae y regresa a la costa con movimientos rápidos. Esa grabación fue enviada a Silvia Chacón Barrantes, coordinadora del Sistema Nacional de Monitoreo de Tsunamis de la Universidad Nacional (Sinamot-UNA) para su análisis.
El fenómeno fue causado por un deslizamiento submarino que al parecer habría ocurrido luego de una seguidilla de temblores que se dieron a partir de la 1:19 p. m. del lunes. El primero fue el mayor, con 5,7 grados y a 5 km de profundidad. La primera réplica, de 3 grados, se produjo a la 1:38 p. m. y a las 2:17 p. m. otra de 5 a 23 km al sur de Puerto Armuelles, Panamá. Luego, a las 3:44 p. m. otra de 3,8.
“Creemos que se produjo a causa de un deslizamiento submarino, probablemente causado por la actividad sísmica. Generalmente, solo los sismos de magnitud mayor a 7 grados causan tsunamis perceptibles por la población; sin embargo, sismos de magnitud igual o mayor a 6 tienen la capacidad de generar deslizamientos de tierra que pueden causar tsunamis”, afirmó Silvia Chacón.
La zona sur de Costa Rica tiene un historial de al menos tres tsunamis conocidos. El primero ocurrió en 1854 tras un sismo y destruyó la Villa de Golfo Dulce, cerca de donde se ubica hoy Puerto Jiménez.
El segundo en 1941, cuando un temblor provocó un tsunami desde Parrita hasta el golfo Dulce. Posteriormente, en el llamado sismo del Sábado Santo, en 1983, varios habitantes de Osa reportaron inundaciones en potreros.
“El próximo tsunami en Costa Rica podría suceder en cualquier momento o lugar de nuestras costas. Bajo esta premisa, 11 comunidades de Costa Rica trabajan en colaboración con el Sinamot-UNA y la Comisión Nacional de Emergencias (CNE) para obtener el reconocimiento Tsunami Ready que da la IOC/UNESCO, cuyo objetivo es contar con las herramientas necesarias para enfrentar tsunami”, dijo Chacón.
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¿Qué puede generar un tsunami?
En una llamada telefónica con La Nación, Chacón explicó que un tsunami ocurre cuando se presenta una perturbación en la superficie del agua, la cual debe ser lo suficientemente rápida y grande para generar el movimiento característico del fenómeno.
De acuerdo con la experta, la causa más común detrás de estos fenómenos son los sismos, pues estos deforman el suelo marino.
“También pueden ser causados por derrumbes, ya sean derrumbes submarinos o materiales que caigan al agua, como tierra, rocas, material volcánico, hielo. Pueden darse por erupciones volcánicas, por varios mecanismos asociados con erupciones volcánicas, como los piroclastos que se derrumben en la ladera del volcán. Todo esto, lógicamente, para volcanes submarinos o que estén a la orilla del mar”, detalló Chacón, quien es bachiller en Física, con una maestría en Oceanografía Física y doctora en Geociencias Costeras de la Universidad Christian-Albrechts de Kiel, Alemania.
Asimismo, se refirió a los tsunamis generados por la caída de meteoritos, los cuales catalogó como “extremadamente raros”, pero aun así pueden ocurrir.
De igual forma, rescató los llamados “meteotsunamis”, que ocurren cuando cambia de manera brusca la presión atmosférica. Chacón dio el ejemplo de la erupción del volcán submarino Hunga Tonga-Hunga Ha’apai en enero del 2022, la cual causó un tsunami debido a la onda de choque atmosférica que se produjo.