Este martes 28 de junio, a las 2 p. m. la onda tropical que se desplaza al este de las islas Barlovento, con dirección al Mar Caribe, podría convertirse en el segundo ciclón tropical de la temporada de huracanes y se llamará Bonnie.
Desde principios de esta semana, meteorólogos y especialistas en prevención de riesgo le siguen la pista en Costa Rica, pues según su evolución y desplazamiento podría acarrear intensas lluvias al territorio tico, en especial a la vertiente del Pacífico, donde los suelos ya están saturados por la confluencia de la temporada lluviosa, otras ondas tropicales y la zona de convergencia intertropical.
Desde el 1.° de junio, cuando empieza la temporada de huracanes, denominaciones como ciclón, onda, tormenta o huracán se vuelven cada vez más frecuentes. Aprenda a distinguirlas en este sencillo resumen.
Los ciclones tropicales “son grandes sistemas organizados de nubes y tormentas que giran alrededor de un sistema de baja presión. El ciclón tropical puede desarrollarse en latitudes tropicales o subtropicales y debe tener una circulación definida de viento. Los vientos de un ciclón tropical rotan en sentido contrario a las manecillas del reloj (antihorariamente) en el hemisferio norte”. Mientras que en el hemisferio sur rotan en sentido contrario, es decir, horariamente, explica el Instituto Meteorológico Nacional.
Se forman en la franja del planeta comprendida entre los paralelos Trópico de Cáncer y Trópico de Capricornio, que se conoce como zona tropical y se intensifican y aumentan la velocidad del viento a partir de las condiciones atmosféricas y oceánicas en las que se desarrollan.
Según su intensidad, La Organización Meteorológica Mundial (OMM) establece la siguiente clasificación:
– Depresión tropical: Sus vientos son menores a 62 kilómetros por hora y, en caso de generar daños, son mínimos.
– Tormenta tropical: Comprende vientos de entre 63 y 117 kilómetros por hora. Al igual que la depresión tropical, genera poca afectación.
– Huracán: Presenta vientos con velocidad superior a los 118 kilómetros por hora. Su categoría aumenta a partir de los vientos, así como los daños que puede ir dejando a su paso.
En categoría 1, los vientos serán de entre 118 y 152 kilómetros por hora; pasa a categoría 2 cuando las velocidades de los vientos oscilan entre 153 y 178 kilómetros por hora, a categoría 3, si hay ráfagas sostenidas de entre 179 y 209 kilómetros por hora.
La categoría 4 es para huracanes cuyos vientos alcanzan velocidades de 210 a 249 kilómetros por hora y, finalmente, la categoría 5, la mayor, para fenómenos atmosféricos con ráfagas superiores a 250 kilómetros por hora.
El fenómeno que circula al este de las islas Barlovento, frente a las costas de Venezuela, tiene un 70% de probabilidades de convertirse en ciclón en las próximas 48 horas.
Se prevé que ingrese en aguas del Mar Caribe entre miércoles y viernes y para ese último día ya tendría categoría de huracán y podría afectar a nuestro país.
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Fenómeno amenaza con más lluvias
El fin de semana, la actividad lluviosa podría ser extrema en nuestro país, si se fortalece una onda que se dirige al Caribe.
FUENTE: Centro Nacional de Huracanes. || INFOGRAFÍA / LA NACIÓN.