Como algo “increíble e inesperado” cataloga Jorge Luis Carrión, de 66 años y vecino de San Juan de Dios de Desamparados, lo ocurrido en esta comunidad la tarde del viernes cuando el río Cañas creció e inundó aproximadamente 50 casas que quedaron en pérdida total o con daños considerables.
Carrión dice que, en varios años de vivir en el distrito, nunca habían vivido una emergencia como esta. Para él y los muchos vecinos que recogían este sábado las cosas que pudiesen rescatar del barro, esta es una situación de mucho dolor, no solo por la pérdida material, sino hasta por animales murieron al no lograr sacarlos a tiempo.
“A las 2:30 p. m comenzó a llover; en esta propiedad no llegaba el agua; cuesta mucho, pero cuando nos dimos cuenta ya estaba el agua hasta arriba. Perdí dos gallinas que se ahogaron, un patito. Este cerdito que tengo aquí apenas lo pude salvar de milagro”, relató el adulto mayor.
Afortunadamente, él y su familia no sufrieron daños físicos, pues en la parte alta de su casa se resguardaron. Aún así, él teme que la planta baja esté falseada y se les caiga la casa; su preocupación también es por su esposa, quien no puede bajar del segundo piso por una condición de salud.
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Por su parte, Jessenia Brenes, otra de las víctimas, lloraba mientras limpiaba y sacaba escombros de su casa. Según dice, fue una situación desesperante lo vivido con la inundación, entre lo que logró rescatar estaban sus animales, unos colchones y unos pocos electrodomésticos.
“Nosotros estábamos aquí en la casa cuando vimos que empezó a llenarse, yo no sabía qué hacer, era una situación desesperante. A como pudimos, logramos salir, pero estábamos atrapados mi familia y yo; mi mamá es una adulta mayor y estaba ahogándose. Solo me dio tiempo de sacar los perros, pero lo perdimos todo”, mencionó la afectada.
San Juan de Dios de Desamparados fue uno de los distritos que más sufrió daños por las fuertes lluvias de las últimas horas. Alrededor de 50 casas ubicadas en una calle estrecha a la orilla del río Cañas quedaron llenas de tierra, escombros y paredes derrumbadas.
El acceso a la zona es complejo y el espacio es limitado. En un pequeño pasillo, las personas caminaban y sacaban alzadas refrigeradoras y muebles que lograron rescatar; otros intentaban limpiar sus casas con escobas y mangueras. En tanto un backhoe recolectaba las ramas, piedras y materiales que quedaron en la calle.
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De acuerdo con Blas Sánchez, geólogo de la Comisión Nacional de Emergencias (CNE), la probabilidad de que una nueva cabeza de agua azote a Desamparados es alta. “La probabilidad es de un 50% o más porque hay material que no cayó y quedó en la parte alta”.
Ricardo Brenes, un padre y jefe de familia de San Juan de Desamparados también contó que, mientras él y su esposa estaban trabajando, su hijo de 19 años estaba solo en la casa cuando comenzó la emergencia.
“Mi hijo estaba solo en la casa y dice que se asustó mucho cuando empezó a ver como el piso estaba lleno de agua; llegó un punto en que no podía salir y quedó completamente atrapado, fue un señor que me lo ayudó y lo sacó gracias a Dios”.
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Aunque el temor es grande porque una nueva inundación llene las casas de agua, es mayor el miedo que viven los lugareños al abandonar sus viviendas y que les roben las pertenencias, pese a que hay albergues habilitados muchos se resisten a irse.
Este sábado, la CNE reportó 103 incidentes por lluvias en Aserrí y otros 62 en Desamparados. “Solo en Desamparados, 360 familias se vieron afectadas y en Aserrí, 180 familias. Se mantiene alerta amarilla para todo el país excepto en el Caribe”, dijo el presidente de la CNE, Alejandro Picado.
El Comité Municipal de Emergencias de Desamparados, solicitó una declaratoria de emergencia ante las autoridades, que está sujeta a valoración y en los próximos días podría darse a conocer los resultados.
“Tenemos dos albergues habilitados, uno en San Juan de Dios y otro en la Escuela Manuel Ortuño. Se plantea la posibilidad de abrir un tercero en la Villa Olímpica de Desamparados”, indicó Michael Cordero, encargado de prensa de la Municipalidad de Desamparados.
Entretanto, la CNE precisó que, en este momento, unas 18 personas están evacuando cerca de calle Areneros en Desamparados. Se mantienen habilitados cuatro albergues en el salón comunal de Santa Teresita, en Aserrí, con 26 personas; otro en el Polideportivo de Aserrí con 21.
Un tercero está en la Escuela San Rafael Ariba de Desamparados con 47 personas y otro en el salón comunal de San Juan de Dios con 32 personas.
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El viernes, el río Cañas se desbordó a lo largo de tres kilómetros desde Salitrillos de Aserrí hasta San Juan de Dios de Desamparados, dejando una estela de destrucción en casas y calles.
“Hace algunos años, los lugareños de las zonas aledañas al río en San Juan de Dios fueron reubicados en Cartago por las advertencias de inundación, pero la zona nuevamente se pobló. Más de 50 familias viven en las cercanías del río”, dijo Yamileth Díaz del club de leones de Desamparados.
La Comisión Nacional de Emergencias (CNE) detalló el viernes que los sectores más afectados, además de Salitrillos, son barrio El Carmen, en ese mismo cantón; así como Las Tablas, en San Rafael Abajo y San Juan de Dios, en Desamparados. En esos tres distritos viven más de 66.000 personas, según los datos más recientes del Instituto Nacional de Estadística y Censos.
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