La estación lluviosa del 2022 en la capital pasará a la historia como la segunda más intensa desde que se llevan registros en el año 1900. Con base en lo que llevamos de la temporada, se puede decir que la única que la supera es la registrada en 1944, según se desprende del análisis de los últimos 122 años realizado por el Instituto Meteorológico Nacional (IMN).
De acuerdo con Luis Fernando Alvarado, coordinador de la Unidad de Climatología del IMN, solo en la capital se cuenta con un registro de más de 100 años. El experto analizó el total de lluvia caída entre enero y agosto de los 10 años más lluviosos desde 1900 y determinó que el 2022 es el segundo más intenso y que desde hace 78 años no se alcanzaba un acumulado de lluvia así.
Los valores acumulados en los primeros ocho meses para la capital son de 1.528 milímetros (litros por metro cuadrado), solo superados por la lluvia que cayó en igual periodo de 1944, que fue de 1.788 mm. El superávit de este 2022 con respecto al promedio histórico es de un 53%.
La última vez que llovió tanto en la capital, los josefinos eran apenas 79.000 personas, hoy viven más de 350.000, Teodoro Picado Michalski acababa de triunfar en las elecciones con el Bloque de la Victoria y todavía faltaban cinco años para que las mujeres pudieran votar. El Orión F.C. ganó su segundo y último campeonato de fútbol.
A nivel internacional, el 6 de junio ocurrió el desembarco de Normandía, que marca el principio de la liberación europea de la ocupación nazi. Costa Rica y el mundo eran muy diferentes y el cambio climático ha incidido para que los fenómenos atmosféricos se intensifiquen.
Además de la capital, otras partes del territorio como el cerro Zurquí, Sarapiquí, Guatuso, San Carlos, Quepos, Nosara de Guanacaste y Laurel de Corredores también experimentan elevados montos que redundan en inundaciones y deslizamientos, como el que tuvo cerrado el paso a Limón por el Zurquí del 23 de junio hasta el 12 de julio, tras una caída de 17.000 metros cúbicos de material.
“Al ritmo actual es posible que este año se integre a la lista de los más lluviosos (de Costa Rica) desde que se lleva cuenta”, dice el IMN.
Desde 1944 no llovía tanto
Cuajiniquil de Santa Cruz tiene récord de lluvia caída en un solo día
FUENTE: IMN || INFOGRAFÍA / LA NACIÓN.
La Niña se robustece
El aumento en la lluvia caída en el Pacífico y el Valle Central se debe a la influencia del fenómeno de La Niña, que desde el 2020 prevalece en la región y este año llegó al segundo nivel más alto desde 1980.
Según Luis Fernando Alvarado, el evento extremo más fuerte de lluvias en lo que va del año ocurrió el pasado viernes 9 de setiembre en los distritos de Cuajiniquil y Veintisiete de Abril, en Santa Cruz de Guanacaste.
Ese día hubo fuertes aguaceros durante la madrugada, que cesaron en el día, pero volvieron con intensidad en la noche para un total de 328 milímetros en 24 horas. Ese monto equivale a lo que cae en todo el mes de setiembre en la capital, sin embargo, por tratarse de una zona costera y poco poblada pasó casi inadvertido.
El científico recalcó que la presente época lluviosa se inició más temprano de lo normal y ha tenido una gran cantidad de incidentes por inundaciones repentinas, rayería, torbellinos y corrientes de aire descendentes.
El pasado martes en la noche un deslizamiento sobre varias casas en Quepos cobró la vida de Marlon José Vargas González, de 27 años.
Los ríos crecidos también han generado daños en León Cortés, Desamparados, Garabito, Golfito, Corredores y Arancibia, entre otros.
Otra de las regiones del país donde también se nota un fuerte impacto de las lluvias es San Carlos, ahí todavía siguen a la espera de puentes que fueron arrasados por corrientes de ríos que, al romper los diques o barreras que desvían su cauce, alcanzaron casas, calles, fincas y demás estructuras de zonas pobladas donde los vecinos tuvieron cuantiosas pérdidas.
En Ciudad Quesada, hasta agosto han caído 2.343 mm., es decir, un 45% más del promedio histórico entre enero y agosto, que es de 1.616 mm. El año pasado en esa zona cayeron 1.927 mm., lo que significa que ha llovido un 22% más en este 2022.
Asimismo en la estación del Tecnológico de Costa Rica, en Florencia, hasta agosto han caído 2.445 mm. Si se compara con el promedio histórico para ese distrito las últimas décadas, este 2022 ha sido un 26% más lluvioso.
Cutris registra 2.076 mm., lo que implica un 39% más que el promedio. Aguas Zarcas y La Fortuna son otros distritos que también han tenido más precipitaciones este año.
La segunda parte de la época lluviosa por lo general es más intensa que la primera. Se debe en gran medida a que el viento del Pacífico se torna más frecuente y arrastra mayor humedad de día y de noche, pues las presiones atmosféricas son más bajas.
Por otra parte, como suele ocurrir en fases de La Niña, el Caribe, contrario al resto del país, experimenta menos lluvias, por ejemplo en Limón se registra una disminución del 37% con respecto a igual periodo del año pasado.
Débil temporada de huracanes
Hasta este 15 de setiembre la temporada de huracanes del Atlántico lleva seis ciclones (4 tormentas tropicales y 2 huracanes). En igual periodo del 2021 eran 14 ciclones (8 tormentas y 6 huracanes).
La débil intensidad de la temporada ciclónica actual es un asunto extraordinario que se está investigando. Se trata de uno de los poquísimos casos en que no es alta, tal como ha sucedido en otros eventos de La Niña”, dijo Alvarado.
Las líneas de investigación apuntan a que las temperaturas del mar y los niveles de humedad atmosférica están más bajos este año. “Hay señales de que los parámetros van aumentando, por lo que en cualquier momento se activará más la presente temporada”, dijo.
Por ahora, las agencias que realizan pronóstico de huracanes aún no han emitido actualizaciones referidas a que habrá menos ciclones, por lo que se esperan alrededor de 13 antes del 30 de noviembre, a menos de que la temporada se extienda a diciembre, que es una posibilidad.
Este jueves, al este de las Antillas menores, se formó la tormenta tropical Fiona, cuya trayectoria tiende hacia el noroeste por lo que de momento se descarta que vaya a afectar al istmo centroamericano.