Los fuertes aguaceros de octubre, los más intensos de toda la temporada hasta ahora, no fueron suficientes para compensar la sequía provocada por el fenómeno de El Niño en el Pacífico y el Valle Central costarricenses.
Así lo explicó Luis Fernando Alvarado, coordinador de la Unidad de Climatología del Instituto Meteorológico Nacional (IMN), quien señaló que octubre registró los mayores acumulados de lluvias en Guanacaste, el Pacífico central (Puntarenas, Garabito, Parrita y Quepos) y en el Valle Central.
En el Pacífico se atenuó la falta de agua que caracteriza la presente estación lluviosa. Por ejemplo, el Pacífico norte (Guanacaste) pasó de un -34% en setiembre a un -18% el mes pasado. Aunque las lluvias de octubre en Guanacaste causaron anegamientos en fincas y áreas boscosas de Santa Cruz, Carrillo y otros cantones pamperos, no alcanzaron para compensar por completo el déficit acumulado.
Hasta ahora solo el Valle Central y el Pacífico sur tienen superávit, aunque es de apenas un 6% y un 5% respectivamente, mientras otras seis regiones del país siguen deficitarias en lluvias: Pacífico central, Pacífico norte, zona norte, Caribe norte, caribe sur y el área de Guatuso - Upala - Los Chiles.
Según Alvarado, fue muy valioso el aporte del sistema de baja presión que se formó el 20 de octubre en el Caribe, que atravesó el istmo por Nicaragua como ciclón menor y luego pasó a convertirse en la tormenta tropical Pilar en aguas del Pacífico. Esto intensificó la influencia de un enorme cinturón nuboso llamado zona de convergencia intertropical, que se desplazó y se estacionó sobre nuestro país, propiciando fuertes lluvias.
La provincia de Limón casi no tuvo la influencia indirecta de la tormenta tropical Pilar ni de los demás sistemas que generaron lluvias en octubre, por lo que presenta el mayor grado de sequía en el país.
El Caribe, que durante el fenómeno de El Niño se caracteriza por fuertes precipitaciones, sigue seco. Alvarado indicó que esta vez El Niño no encontró las condiciones en el mar y la atmósfera para manifestarse como suele hacerlo en esa región. El fenómeno ha sido “especial y único” en esta ocasión, sostuvo.
Aunque la posibilidad de ser afectados por ciclones tropicales es cada vez más escasa, ya que la temporada de huracanes concluye el 30 de noviembre en ambos océanos, Alvarado afirmó que en un año tan irregular, todavía en lo que queda de noviembre y en diciembre podría haber algún ciclón en el Atlántico.
La transición a la época seca en Guanacaste y el Valle Central ya comenzó y se espera que para el 23 de noviembre ambas regiones entren de lleno a los días averanados. Posteriormente lo harán el Pacífico central y la zona norte y por último el Pacífico sur. El Caribe tiene un patrón climático diferente, por lo que suele llover más en diciembre y enero.
Octubre caliente
En cuanto a las temperaturas, desde mayo hasta octubre han mostrado promedios más altos de lo normal. Durante el mes pasado la tendencia siguió y el termómetro marcó un promedio de 23,1 .°C, es decir, 0,7 .°C por encima de lo habitual (22,4 .°C). La temperatura media se calcula promediando las temperaturas diurnas y nocturnas.
En octubre la máxima registrada en el termómetro fue de 37,4 °C, en Cutris de San Carlos, según el IMN.
Hasta el 9 de noviembre, el mes más cálido de 2023 ha sido mayo, con una temperatura media de 24,5 .°C. El 21 de mayo se alcanzó la temperatura más alta de todo el año, con 40,8 °Celsius en las estaciones meteorológicas de Sardinal de Carrillo y Palmira de Cañas, ambas en Guanacaste. Estos valores aún no superan el récord histórico nacional registrado en febrero de 1964, en la ciudad de Puntarenas, cuando el termómetro marcó 43 °C.
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