A pesar del alivio que significa, la fuerte actividad lluviosa registrada en los últimos cuatro días en el territorio nacional no modificará la condición de sequía que afecta a varias regiones.
Las precipitaciones aumentaron debido a un sistema de baja presión en el Caribe que el pasado lunes se convirtió en la depresión tropical N.° 21 de la temporada, pero que se disipó al ingresar a tierra en Nicaragua.
Según Karina Hernández, coordinadora de Pronóstico Estacional del Instituto Meteorológico Nacional (IMN), el Pacífico y el Valle Central podrían alcanzar este mes valores habituales de precipitaciones.
Ambas regiones registraron en la primera quincena de octubre niveles de lluvia que, de mantenerse en la segunda quincena, permitirían alcanzar registros “normales”, algo que no ocurrió en los anteriores meses de la estación lluviosa.
Sin embargo, en las otras regiones climáticas del país, las lluvias aún son insuficientes. Las deficiencias más notables se encuentran en la vertiente del Caribe, pero las precipitaciones también siguen siendo escasas en toda la zona norte (San Carlos, Upala, Los Chiles, Guatuso y Sarapiquí).
Del mismo modo, en la actualidad, varios cantones del Pacífico norte están experimentando sequía meteorológica, como La Cruz, Liberia, Carrillo, Santa Cruz, Bagaces, Cañas y Tilarán. En el Valle Central, se incluyen Cartago, El Guarco, Paraíso, Oreamuno y Alvarado.
Lo mismo ocurre en cantones del Pacífico central y sur que, días atrás, experimentaron fuertes lluvias, pero todavía arrastran una condición deficitaria, como Quepos, Parrita, Golfito y Corredores.
Todo lo anterior se debe a las anomalías climáticas asociadas al fenómeno de El Niño, así como al inusual calentamiento en las aguas superficiales del mar Caribe y el Atlántico.
Ciclón efímero
En relación al ciclón de categoría menor o depresión tropical N.° 21 que se formó el lunes frente al Caribe de Nicaragua, ya dejó de tener influencia sobre nuestro territorio.
Según Rebeca Morera, del IMN, el máximo de lluvia registrado el lunes por efecto indirecto de ese sistema fue de 128 litros por metro cuadrado en Sarapiquí.
En cuanto a los vientos, solo se registraron ráfagas de 40 km/h en La Cruz de Guanacaste. La proximidad a la tierra hizo que el fenómeno fuera efímero, ya que al perder contacto con el mar, perdió fuerza.
Lo contrario ocurrió en octubre del año pasado, cuando se originó un sistema de baja presión en el Caribe que luego evolucionó al huracán Lisa, el cual golpeó las costas de Belice.
Suelos saturados
El IMN pide no bajar la guardia en zonas con suelos saturados, ya que un extenso manto nuboso ubicado sobre el Istmo, llamado zona de convergencia intertropical, seguirá generando lluvias el resto de la semana.
Aunque la depresión tropical se disipó, se mantiene un ambiente húmedo e inestable, debido a los remanentes del sistema. De hecho, durante la tarde de este martes hubo aguaceros fuertes en ciertas zonas.
A las 6:15 p. m., la Comisión Nacional de Emergencias (CNE) reveló que hasta esa hora se habían registrado 20 incidentes por anegamientos e inundaciones, así como el cierre por deslizamientos de la ruta entre San José y Limón por el Zurquí (N.° 32).
Seis de las inundaciones ocurrieron en Atenas, mientras que hubo dos reportes en los cantones de Sarchí, Heredia y Puntarenas. De igual forma hubo casas anegadas en Alajuela, Desamparados, Grecia, Quepos, Santa Bárbara, Santa Cruz de Guanacaste, Montes de Oro y Corredores, en este último cantón las fuertes precipitaciones afectaron el CEN-CINAI.
Los comités municipales de emergencias están vigilantes y activos pues, según Alejandro Picado, presidente ejecutivo de la CNE, se mantiene la alerta amarilla para todo el territorio nacional, excepto el Caribe costero.
En el Caribe sur casi no hubo precipitaciones y tampoco en los cantones cartagineses de Oreamuno, Alvarado y Jiménez, donde solo se presentaron lluvias débiles.
Se prevé que las precipitaciones intermitentes sigan durante la noche de este martes y madrugada del miércoles, principalmente para las regiones del Pacífico y la zona norte.
Se trata de sectores con los suelos más saturados, por lo que se pide precaución a los vecinos ante el riesgo de crecidas de ríos, deslizamientos o inundaciones.
En lo que resta de la semana, no se vislumbra el paso de ondas tropicales ni otros disturbios atmosféricos.