El temblor de 6,3 grados percibido en casi todo el país la noche del 25 de junio y la seguidilla de réplicas que aún no cesan, alertan sobre la urgencia de una adecuada preparación para enfrentar terremotos y otras emergencias a las que está expuesto Costa Rica.
La prevención resulta indispensable para minimizar las muertes y daños ante una adversidad, y en ese campo los simulacros son fundamentales, afirma Tim Callaghan, experto de la Oficina para Atención de Desastres en el extranjero (OFDA), adscrita a la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional.
“Los simulacros en la mesa no sirven, hay que llevarlos a la calle”, indicó el experto, que ha constatado la devastación en terremotos como el de 8,8 grados del 2010 en Chile, o el de Haití, ese mismo año, con más de 200.000 muertos. Recordó también el del 2016 en la costa de Ecuador y el paso del huracán Mitch, que dejó más de 10.000 muertos en Honduras, en 1998.
“Pueden tener planes de simulacro en cualquier papel, pero si no los están practicando regularmente, no sirven. Yo aplaudo cuando veo que los realizan, porque a menudo hay vacíos que solo se notan en la práctica”, explicó Callaghan.
El país, precisamente, tendrá el primer simulacro nacional el próximo 19 de agosto a las 10 a. m., bajo el nombre “Costa Rica se prepara”, en el cual se espera movilizar a un millón de personas. Se realizará en el marco de los 50 años de la Comisión Nacional de Emergencias (CNE).
Alexánder Solís, presidente de la CNE afirmó que el simulacro busca fortalecer las capacidades de respuesta y brindar herramientas a la población para que incorpore acciones muy sencillas en su diario vivir de modo que ante una emergencia real, sepa aplicar los conocimientos y poner a salvo su vida.
La actividad será vital para zonas como Corredores y Golfito, cantones más cercanos al epicentro del temblor de la semana pasada en Puerto Armuelles, Panamá. Ahí, no se han desarrollado simulacros antes, admitieron los alcaldes Carlos Viales y Elberth Barrantes, respectivamente.
LEA MÁS: Marino Protti: ‘Necesariamente ocurrirá un terremoto de 7,2 a 7,4 grados en zona sur’
Ni siquiera se ha dado luego de que el Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Costa Rica (Ovsicori) prevé un terremoto de aproximadamente 7 grados para esta zona. La advertencia se da con base en ciclos de sismicidad, según los cuales cada 40 años se da una liberación de energía de esta magnitud.
Comunicación
El especialista también recomendó tener siempre recursos destinados a prácticas de evacuación, pues es vital determinar cómo funcionan en la realidad las comunicaciones entre cuerpos de socorro, la coordinación con las comunidades y otras prácticas que ayuden a mejorar.
Hace pocas semanas, Callaghan estuvo en un simulacro en otra nación del continente donde constató que lo escrito en un papel es diferente a la hora de la práctica y eso les permitió corregir cosas que no estaban bien planteadas. Se reservó el nombre del país.
El experto, quien tiene 18 años de ser el enlace entre Costa Rica y Estados Unidos en materia de prevención y ayuda ante desastres, insiste en que los simulacros no pueden ser aislados, sino integrales, donde los bomberos, la Cruz Roja, la Comisión Nacional de Emergencias (CNE), los centros de salud y la Policía, entre otros, sepan cómo actuar y permanezcan en constante comunicación.
Recordó que en los Estados Unidos, después de los atentados contra las torres gemelas el 11 de setiembre del 2001, la lección principal tuvo que ver con la comunicación entre los cuerpos de socorro, pues esa vez los Bomberos no sabían lo que hacía la Cruz Roja. A partir de ahí, todos usan un mismo canal para no repetir tareas.
¿Qué pasa si en Costa Rica ocurre un sismo a las 2 a. m.? ¿Qué pasa si es un sábado? ¿Qué pasa si hay alerta de sunami?
El funcionario explicó que las experiencias devastadoras han demostrado que ocurren a cualquier hora y muchas son impredecibles.
Por eso insiste en la prevención y en los planes 24/7, es decir a toda hora, todos los días de la semana y todo el año.
Si después de un sismo hay alerta de sunami, alguien en la costa amenazada tiene que recibir por radio la señal a tiempo y reaccionar cuanto antes para evacuar la zona, manifestó.
“Yo sé que aquí la CNE tiene operaciones 24/7, pero hace 15 o 20 años no todo mundo las tenía. Por ejemplo, he visto que el sistema 9-1-1 ha mejorado en muchos países de América Latina.
Planes reguladores
"Después del huracán Mitch mejoraron las construcciones de viviendas y carreteras, además de que se aprendió la lección de no edificar en áreas muy vulnerables”, indicó el experto.
Para él, los planes reguladores en todos los municipios son determinantes, pues el principal reto está fuera de la capital.
Las rutas de evacuación y la alerta temprana en zonas rurales son vitales. Los campesinos deben saber adónde tienen que ir, cuáles son las zonas seguras ante una emergencia.
Callaghan exaltó como logros de nuestro país la Ley General de Gestión del Riesgo (que no ha visto en muchos otros países) y la política de mitigación en comunidades, sin enfocarse solo en ciudades, pues si ocurre un sismo, la primera gestión de respuesta y ayuda debe surgir de la propia comunidad.
La alerta temprana en los volcanes también es para Callaghan una ventaja, lo mismo que la preparación de los bomberos para entender protocolos que les permiten entenderse con otros cuerpos de socorro en el ámbito internacional, sea que vengan rescatistas a nuestro país o que los nuestros sean requeridos en otra nación.
Exaltó las convocatorias al Centro de Operaciones de Emergencia (COE), cuando hay un situación que lo requiera, pues si bien se necesita una cabeza, cada emergencia requiere según su origen, la presencia de representantes de vulcanólogos, sismólogos, Bomberos, Cruz Roja, Policía, Tránsito y otros.
“He visto que el país está trabajando para reducir riesgos y estar preparados para eventos adversos”, añadió.
A manera de ejemplo, Callaghan indicó que la sincronía durante la respuesta a un desastre se prepara antes del mismo.
Los encargados de dispositivos científicos para el monitoreo deben velar por su perfecto funcionamiento.
“Si los equipos que están cerca del volcán Turrialba dejan de funcionar, el tiempo para repararlos no es durante la erupción, es antes, para estar seguros de que darán respuesta efectiva en una emergencia”, indicó.
En ese sentido recordó que la OFDA ayuda en ese tipo de labores preventivas, lo mismo que luego de una emergencia, para coordinar la llegada de bomberos y socorristas de otros países, tiendas de campaña, hospitales, alimentos, medicinas, agua, helicópteros y demás colaboraciones que requieren rápida respuesta. Así ocurrió en el terremoto de Cinchona en el 2009 y el huracán Otto en el 2016.