El calentamiento matutino y el ingreso de humedad formaron nubes de cumulonimbos que originaron un principio de torbellino la tarde de este martes en Santo Domingo de Heredia, previo a los aguaceros que luego cayeron.
De acuerdo con Pamela Rojas, supervisora de Bomberos, a las 2:13 p. m. recibieron la alerta del vendaval en San Vicente de Santo Domingo, 300 m al norte de la plaza, donde varias láminas del techo de una vivienda fueron desprendidas por el viento, lo mismo que varios cables telefónicos.
“Nos llamaron por el paso de un torbellino que afectó parcialmente una vivienda. Enviamos la unidad M-111 de Santo Domingo, que atendió la emergencia y dio recomendaciones a la familia”, dijo.
De acuerdo con Daniel Poleo, del Instituto Meteorológico Nacional (IMN), la nube que generó ese fenómeno también produjo caída de granizos en otros sectores al oeste del Valle Central.
Afirmó que las intensas ráfagas descendentes como la de Santo Domingo, suelen alcanzar más de 100 kilómetros por hora y, aunque en este caso no se formó el torbellino, las ráfagas destecharon parte de una casa y afectaron cableado.
Añadió que en la mañana, el ambiente bochornoso de San José hizo que la temperatura alcanzara 28 grados Celsius a eso de las 2 p. m.
Douglas Salgado, de la Unidad de Investigación y Análisis del Riesgo de la Comisión Nacional de Emergencias (CNE), afirmó que aparte de esa ventisca, tuvieron reportes de inundaciones urbanas en Barva de Heredia, Alajuela y San José.
Afirma que no se reportan incidentes mayores a los típicos anegamientos por alcantarillas que colapsan por la lluvia focalizada y fuerte.
En algunos sectores de la ruta San José - Caldera (N.°27), las lluvias generaron algunas cascadas en paredones que motivaron al paso regulado de vehículos en algunos tramos.
Durante la mayor parte de esta semana, serán usuales las precipitaciones aisladas pero intensas, con rayería, principalmente durante las tardes y primeras horas de la noche.
Intensa rayería
En cuanto a las descargas eléctricas, Daniel Poleo afirmó que son parte de la enorme nube formada por el calentamiento propio de este mes que, junto con octubre, constituyen los más lluviosos del año en el Valle Central y el litoral Pacífico.
El detector del IMN para el Valle Central registró 800 descargas eléctricas durante los aguaceros de la tarde.
Por su parte, Ileana Mora, del Departamento de Descargas Atmosféricas del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE), refirió que el total de rayos caídos entre las 11:50 a. m. y las 4:44 p. m. en todo el territorio fue de 4.320.
“Se distribuyeron en varias regiones del país, con mayor influencia en la vertiente del Pacífico, Valle Central y zona norte”, dijo Mora.
Solo entre el 1.° de setiembre y este martes 14, los sensores del ICE han detectado un total de 52.127 rayos, mientras que el igual periodo del año pasado fueron 75.127 .
En lo que va de este año la cifra es de 409.733, mientras que el año pasado habían caído 490.078 entre el 1.° de enero y el 14 de setiembre.
La influencia del fenómeno de La Niña durante el año pasado hizo que la cantidad de lluvias, rayos y huracanes fuese mayor que lo proyectado para este 2021, caracterizado por la fase neutra del fenómeno El Niño Oscilación del Sur (ENOS).
El IMN pide a buscar refugio en un sitio seguro desde que se percibe el primer rayo, cuando se está a la intemperie. Deben ser lugares secos y nunca hay que guarecerse debajo de un árbol.
Masa seca debilita onda
Aunque para el viernes se vislumbra el paso de una nueva onda tropical (N.°35) por nuestro territorio, el IMN dice que no representará un aumento importante en las lluvias usuales.
Lo anterior, porque las condiciones atmosféricas no favorecen su desarrollo.
“El fin de semana, habría un incremento en la intensidad de los vientos alisios en el mar Caribe, trayendo con esto una masa de polvo del Sahara a América Central, lo cual significaría una disminución en general de las lluvias en el país para esos días”, dice un comunicado del IMN.
Las personas alérgicas deben extremar los cuidados cuando están al aire libre y se advierte sobre la presencia de polvo del Sahara en la atmósfera.