El temblor de 3,7 grados que en la madrugada de este lunes despertó a los vecinos de San Carlos tuvo su origen a unos 15 kilómetros en línea recta del deslizamiento activo que, el 17 y 23 de julio de 2023, provocó fuertes avalanchas en el río Aguas Zarcas.
En aquella ocasión, se desprendieron alrededor de 70 hectáreas de la montaña, dejando otras secciones muy vulnerables, las cuales podrían ceder ante un sismo de mayor magnitud.
Por lo anterior, este mismo lunes, desde temprano, se verificó que el río no presentaba cambios en su caudal que sugirieran algún nuevo desprendimiento en la parte alta.
Además del temblor principal, se registró una réplica de magnitud 2,9 a las 9:19 a. m., y no se descarta que puedan ocurrir más réplicas.
De acuerdo con Lepold Linkimer, sismólogo de la Red Sismológica Nacional (RSN), aunque el sismo fue sentido en varias zonas de San Carlos y Sarchí, la magnitud es demasiado pequeña como para desencadenar un deslizamiento.
Añadió que en esa región es habitual que los temblores sean poco profundos. En este caso, el epicentro estuvo a solo 3,3 km de profundidad, razón por la cual algunos vecinos reportaron en redes sociales haber escuchado ruidos en sus casas, como el golpeteo de puertas y ventanas. Vecinos cercanos al Parque Nacional Juan Castro Blanco también aseguraron haber oído un fuerte estruendo en el momento en que ocurrió el temblor.
Cuando un sismo ocurre cerca de la superficie, las ondas llegan rápidamente a las edificaciones, produciendo sonidos que acompañan el movimiento telúrico. Por el contrario, cuando son más profundos, las ondas se atenúan al recorrer mayor distancia hasta la superficie.
El temblor, que se produjo a las 12:31 a. m. debido a fallamiento local, no está asociado a ninguna falla conocida, según indicó Linkimer.
El epicentro estuvo a 6 km al suroeste de Venecia, San Carlos, Alajuela, al igual que la réplica registrada a las 9:19 a. m. en esa misma zona, según la RSN.
María Rodríguez, vecina de Venecia, comentó en redes sociales que sintió el sismo muy fuerte, acompañado de un estruendo. Katherine Jara, otra vecina de Venecia, lo describió como un sacudón corto pero intenso. En Marsella de Venecia, Marlene Rojas también lo percibió con fuerza.
La Comisión Nacional de Emergencias (CNE) no reportó daños ni caída de objetos. El alcalde de San Carlos, Juan Diego González, quien además preside el comité local de emergencias, agregó que ya solicitó a la CNE el estudio por parte de un geólogo, o la realización de un sobrevuelo en la zona para verificar que no haya cambios en la cima. Lo anterior debido a que la municipalidad no tiene profesionales en ese campo.
Añadió que el sismo fue sentido en Venecia de San Carlos y lugares aledaños y les preocupa que con las lluvias de la época y los movimientos sísmicos pueda acelerarse algún desprendimiento de tierra. De momento no tienen reporte de que haya afectación alguna por los pequeños sismos recientes.
El deslizamiento activo en San Carlos requiere un estudio, valorado en ¢196,5 millones, con el fin de establecer, con criterio técnico, las zonas de riesgo y el uso del suelo en ellas. Inicialmente, la CNE delimitó algunas áreas donde se reubicaron familias, pero en otras, los lugareños se resisten a abandonar sus hogares hasta que se presente el estudio definitivo.
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