El temblor de magnitud 6,3 ocurrido el sábado 12 de octubre a las 11:43 a. m. en la costa de Guanacaste es el más fuerte que se ha percibido en lo que va del año en Costa Rica. Además, desde entonces ha generado más de 400 réplicas.
El sismo fue percibido fuerte en Santa Cruz y Nicoya y de forma moderada en los cantones de Liberia y Tilarán. En varias partes del Valle Central se sintió como un leve remezón. Por otra parte, varias de las réplicas de mayor magnitud se percibieron en la península de Nicoya.
Se espera que la actividad continúe durante varios días o incluso semanas, pues esta se origina en asperezas débiles y por tanto se necesita poco esfuerzo para que estas se rompan.
La actividad de este 12 de octubre tuvo un evento premonitor de magnitud 4,3 en la tarde del día anterior. Esta sismicidad se origina en la parte superficial de la zona de contacto entre la placa del Coco y la placa del Caribe; la mayoría de los eventos ocurren a profundidades entre 17 y 35 kilómetros en el Pacífico norte.
Según Marino Protti, especialista del Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Costa Rica (Ovsicori), la región de ruptura se encuentra en el segmento de subducción denominado Nicaragua-Papagayo, que el 1.° de setiembre de 1992 causó un terremoto en Nicaragua, seguido por un tsunami que cobró la vida de más de 170 personas en el vecino país.
Protti explicó que dicho segmento se caracteriza por tener un acoplamiento débil entre las placas, lo que provoca cada dos décadas sismos de magnitud similar a los del pasado 12 de octubre. Aunque la región tiene potencial para generar maremotos, se requieren intensidades muy altas para que estos ocurran.
En los registros históricos recabados por el Ovsicori se consigna que el 27 de febrero de 1916 hubo un terremoto de magnitud 7,6 que causó graves daños en Santa Cruz. No obstante, aunque no hay registro de un tsunami en esa fecha, se presume que pudo haber habido uno pequeño.
Sin embargo, el 5 de octubre de 1950 ocurrió un temblor de magnitud 7,7 con epicentro en la península de Nicoya, que generó daños en Puntarenas y el Valle Central, así como un tsunami moderado.
El más reciente de los terremotos destructivos en nuestro país ocurrió el 5 de setiembre del 2012 a las 8:42 a. m. y tuvo magnitud de 7,6. Su epicentro estuvo localizado 24 km al suroeste de Sámara, Nicoya, y fue sentido en todo el territorio nacional.
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