El temblor que el pasado 30 de noviembre sacudió buena parte del territorio nacional, y cuyo epicentro se ubicó en Capellades de Alvarado, Cartago, causó efectos en un área de 35 km².
Así lo reveló un informe de la Red Sismológica Nacional (RSN) de la Universidad de Costa Rica (UCR), dado a conocer el 16 de diciembre anterior.
En el análisis de la fuerte sacudida se detalló que, en esa oportunidad, se generaron 40 deslizamientos que cayeron sobre los ríos Turrialba, Coliblanco y Playas.
Empero, se hizo ver que los derrumbes de mayores proporciones no representaron un peligro inminente de represamiento en los cauces. Sin embargo, sí se recomendó hacer inspecciones en la unión de los ríos Coliblanco y Turrialba, por posibles nuevos desprendimientos de los taludes que podrían estar falseados.
Hallazgos. En el análisis elaborado por los especialistas Lepolt Linkimer y Gerardo J. Soto, de la Red Sismológica, se concluyó que el sismo, que ocurrió a las 6:25 p. m. y cuya magnitud de momento fue modificada a 5,5 grados (al inicio se dijo que era de 5,3), ocurrió a una profundidad de un kilómetro.
La falla que originó ese movimiento de tierra hasta ahora no tiene nombre y se encuentra en la corteza de la placa Caribe. Tiene una extensión de cerca de unos seis kilómetros y la ubican entre los volcanes Irazú y Turrialba. En el estudio se dice que, aunque en el pasado, en la zona aledaña a los macizos se han generado numerosas crisis sísmicas, el área donde ocurrió el temblor de Capellades presentaba muy baja actividad sísmica.
Después del sismo principal (30 de noviembre), la secuencia de pequeñas sacudidas se prolongó hasta el 6 de diciembre.
Los expertos determinaron que, en las primeras horas, hubo un promedio de 126 réplicas por hora y que, en total, se contabilizaron 2.151 eventos, cuyas magnitudes oscilaron entre 2,5 y 3,5 grados. Por encima de los 4,0 grados solo hubo una réplica. La población solamente sintió 19 movimientos.
Daños. El temblor de Capellades causó daños en 64 viviendas (nueve fueron declaradas inhabilitables) en los cantones de Alvarado, Jiménez, Turrialba y Oreamuno, en la provincia de Cartago.
También dejó tres días sin el servicio de agua potable a cerca de 4.000 habitantes de Capellades, debido a que uno de los deslizamientos cubrió las tomas de agua. El servicio lo restablecieron con la instalación de ramales provisionales provenientes de la cañería de Pacayas.
Igualmente, el 30 de noviembre decenas de poblados se quedaron sin electricidad y en cientos de hogares hubo caída de objetos y vidrios quebrados. Los cuerpos de asistencia debieron atender y trasladar a centros médicos a cinco personas, debido, sobre todo, a crisis nerviosas.
El informe de la RSN indicó que los sitios donde el temblor se sintió con más fuerza fueron las localidades de Capellades y Pacayas (cantón de Alvarado). En la escala Mercalli, que mide el grado de energía de los temblores, se determinó que en esos lugares la intensidad fue de VI. En tanto, en Cartago y Turrialba fue de V.
Asimismo, la RSN halló que los sitios más lejanos donde se sintió el temblor fueron San Vito de Coto Brus, el Valle La Estrella en Limón, Puerto Viejo de Sarapiquí y Tambor de Puntarenas, en la península de Nicoya.
Los científicos también dijeron en el informe que, pese a la cercanía del epicentro del temblor con el volcán Turrialba, no hubo ninguna consecuencia en la actividad eruptiva.