EscucharLa caída de objetos en algunos centros comerciales de Corredores luego del temblor de magnitud 5,2 ocurrido la tarde del sábado, cuyo epicentro estuvo 5 kilómetros al sur de Laurel, refleja la mala respuesta del suelo para eventos sísmicos moderados y fuertes.
El Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Costa Rica (Ovsicori) registra 35 réplicas, la más reciente a las 5:57 a. m. de este lunes en La Vaca de Corredores, con magnitud 2,7 y a muy poca profundidad. El temblor del sábado 25 de mayo se sintió fuerte en Corredores y moderado en Palmar Norte, Pérez Zeledón y Dominical. También se sintió fuerte en Chiriquí y zonas aledañas de Panamá, donde no hubo daños.
Según el sismólogo del Ovsicori, Marino Protti, en La Cuesta, Laurel, La Vaca y otros puntos cercanos a Corredores el suelo es arenoso, lo que provoca la caída de objetos ante un sismo de esa magnitud, situación que no ocurre en otras zonas con temblores similares.
El pasado 17 de abril, en Santa Cruz de Guanacaste, hubo un temblor de 5,6 que se sintió en todo el país y no hubo reportes de caída de objetos. Protti agregó que la zona sur también ha presentado en otras ocasiones licuefacción con sismos similares, es decir, volcancitos o ebullición de agua, lo cual obedece a que hay depósitos de agua muy cerca de la superficie y por eso a veces brota con sismos fuertes o moderados.
Subducción de una franja
Los científicos del Ovsicori han interpretado que hay una franja de la placa del Coco que se está metiendo por debajo de la placa de Nazca, bajo punta Burica y la fila costeña. Desde el año pasado han observado ese fenómeno y, por el mecanismo de ruptura que presentó el temblor del sábado, parece estar asociado a esa subducción y no a una falla interna de la microplaca de Panamá, como inicialmente se pensó.
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“El sismo está asociado a un cabalgamiento de la placa del Coco sobre un segmento subducido de la placa de Nazca”, dijo Protti. La profundidad del temblor y las réplicas han sido superficiales, de unos 15 km, lo cual refuerza esa tesis, pues coincide con la profundidad que tienen la placa del Coco y la de Nazca.
En esa zona ha habido terremotos y sismos como el de 1979, que provocó daños en la terminal petrolera de Puerto Armuelles, Panamá o el del 25 de diciembre del 2003, con daños en casas y estructuras. De igual forma, entre 1982 y 1983 hubo una secuencia sísmica de magnitud moderada. El 25 de junio del 2019, un temblor de magnitud de 6,7, con epicentro en Puerto Armuelles, Panamá, 5 kilómetros al sur de Laurel de Corredores, generó de nuevo caída de objetos y daños en casas.
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