Las lluvias de los últimos días en el Valle Central, el Pacífico y la zona norte ofrecen un presagio de las condiciones climatológicas que tendremos el resto del 2020 y hasta los primeros meses del 2021, debido a la influencia de La Niña.
Entre las características de este fenómeno, además de las fuertes precipitaciones que genera, figura su mayor potencial para formar ciclones en el Atlántico y para extender la temporada de huracanes más allá del tradicional 30 de noviembre.
De acuerdo con Juan Diego Naranjo, del Instituto Meteorológico Nacional (IMN), en agosto pasamos oficialmente de una fase neutral a La Niña.
Se trata de cambios en las condiciones oceánicas y atmosféricas que persistirán, al menos, hasta febrero del 2021, alcanzando el máximo de intensidad entre octubre y noviembre.
“Los efectos son más directos en esta segunda parte de la estación lluviosa y hay más precipitaciones en el Pacífico, el Valle Central y la zona norte”, aseveró Naranjo.
El especialista explicó que, hasta agosto de este año, en el Pacífico norte ya se tenía un 25% de superávit con respecto al promedio anual de lluvias y aún faltan meses de muchas precipitaciones. En el Pacífico central, el aumento ha sido del 18%.
Por el contrario, el Caribe norte tiene un 31% de déficit y el Caribe sur un 26%, lo cual se califica como sequía meteorológica.
En el Valle Central, hasta el momento, las lluvias se han presentado dentro del rango normal de la época.
Ciclones a granel
La actual temporada de ciclones tropicales ha superado las marcas en cuanto a la cantidad de fenómenos (20) y la precocidad de los mismos.
Esta semana, se espera que la cantidad de fenómenos meteorológicos sobrepase un umbral que no se veía desde hace 15 años, al estar a punto de agotarse la lista de nombres que dictó para este año el Centro Nacional de Huracanes.
Por lo tanto, quedan al menos tres meses de amenaza ciclónica, entre ellos setiembre y octubre que son los más activos y cuando hay una mayor frecuencia de ellos en el mar Caribe.
“Esto sin duda ocasionará más temporales del Pacífico y la posible aproximación de estos fenómenos al país”, dice Naranjo.
En lo que va del año, el único sistema ciclónico que ha ejercido influencia indirecta en nuestro país fue la depresión tropical N.° 14, que se formó en el Caribe entre Honduras y Nicaragua, el cual días después se transformó en el huracán Marco.
El año 2005 tuvo 26 tormentas tropicales y 13 huracanes, entre ellos Wilma, Rita y Katrina, que causaron miles de muertes y grandes pérdidas materiales en Estados Unidos, México y Cuba.
FUENTE: IMN || DISEÑO / LA NACIÓN.
A partir de Wilfred. se deberá acudir al alfabeto griego para nombrar a los nuevos ciclones, es decir se llamarán alfa, beta, gamma, delta y otros. La temporada del 2005 concluyó con épsilon.
Bochorno matutino genera lluvias
La acción de una enorme franja donde convergen fuerts corrientes de aire ascendente, genera inestabilidad atmosférica en nuestro país y el aporte de humedad desde ambos sectores marinos, lo que propiciará aguaceros generalizados con tormenta eléctrica..
Debido a lo anterior, las mañanas con alta humedad y sensación de bochorno serán seguidas por fuertes precipitaciones en las tardes.
Las regiones del Pacífico y el Valle Central concentran los mayores acumulados de lluvias, que en algunas ocasiones se extenderán hasta las primeras horas de la noche.
Las precipitaciones más intensas se concentrarán en lugares cercanos a las cordilleras de esas regiones con montos estimados entre 30 y 50 litros por metro cuadrado, pero pueden darse máximos de hasta 75 litros de forma puntual.
Parte de las lluvias alcanzarán las partes bajas de la zona norte y el Caribe norte.
Ríos y alcantarillas
La tarde del lunes, los cuerpos de socorro atendieron 42 eventos por las fuertes lluvias que cayeron e inundaron al menos 30 casas.
De acuerdo con Sigifredo Pérez, jefe de Operaciones de la CNE, las crecidas de los ríos Humo y Pejibaye en el distrito de Tucurrique, cantón cartagines de Jiménez, fueron los que más viviendas afectaron.
Pérez indicó que los Bomberos, la Cruz Roja y la Fuerza Pública atendieron a los vecinos afectados, pero no fue necesario habilitar albergues.
Mientras tanto, la tarde de este martes la CNE informó de que los comités municipales de emergencias atendieron anegamientos por problemas de obstrucción de alcantarillas en Tibás, San José, La Uruca, Sabanilla de Montes de Oca y Moravia.
También en Guadalupe, Mercedes de Montes de Oca y San Francisco de Goicoechea hubo barrios inundados.
De igual manera, se atendieron deslizamientos pequeños en Leon XIII y San Rafael de Desamparados.
Por otra parte, el paso por el bajo Los Ledezma, en La Uruca, fue cerrado durante parte de la tarde por la crecida del río Torres, cuyas aguas rebasaron la estructura.
El problema en ese punto va a ser recurrente, pues será hasta el año entrante que la Municipalidad de San José realice trabajos para elevar el nivel del puente.
Para realizar los trabajos se deberá coordinar con el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE), la Compañia Nacional de Fuerza y Luz (CNFL) y el Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados (AYA), pues hay tuberías de agua potable y conexiones eléctricas que están junto a la estructura actual.