Los vecinos de Santa Cruz, Carrillo, La Cruz y otros cantones de Guanacaste apenas se reponían de las crecidas que dejó el efecto indirecto de la tormenta tropical Marco, la semana pasada, cuando un temporal los azotó.
Esas lluvias por más de 24 horas seguidas y que se han mantenido luego de forma intermitente, hicieron que los ríos y quebradas que meses atrás eran insignificantes, se desbordaran en cuestión de horas y corrieran a la libre por las calles, fincas y viviendas.
Además de dañar varios puentes, acabar con cultivos y derribar árboles, obligaron a 622 personas a acudir a albergues para poder guarecerse del agua, que llegó a alturas de casi un metro en varios poblados.
Gladys Villarreal, vecina de Potrero, en el distrito de Tempate, Santa Cruz, dijo a Guana Noticias que una quebrada hizo estragos en el vecindario, pues la correntada entró a las casas y echó a perder muebles y enseres.
Manuel de la O, otro de los afectados, indicó que además de perder los bienes y los alimentos, son días en los que resulta imposible ir a trabajar, razón por la cual la situación se agrava.
El jefe de Operaciones de la Comisión Nacional de Emergencias (CNE), Sigifredo Pérez, afirmó que hubo 25 eventos por inundación entre la noche del miércoles y la mañana del jueves y luego 12 en el resto del día, lo que dejó 622 personas en 17 albergues en Santa Cruz, Carrillo y La Cruz.
Ya esa entidad comenzó las evaluaciones de campo, con el fin de ayudar a los damnificados, muchos de los cuales seguirán en albergues mientras bajan las aguas.
Cielo abierto
El Instituto Meteorológico Nacional (IMN) informó de que el miércoles los acumulados en la zona de Ostional, Garza, Nosara, Tempate, Cuajiniquil y otros puntos llegó a 300 litros por metro cuadrado, lo que unido a los 350 que cayeron el martes, disparó los montos.
En todo agosto, el promedio histórico para esa zona es de 231 litros. Empero, esa cifra se quintuplicó en dos semanas pues además de los 650 litros en dos días, se suman los 481 litros que cayeron entre el jueves y sábado de la semana pasada, informó Roberto Vindas, del IMN.
El fenómeno en la alta atmósfera que generó el reciente temporal en esa zona específica se empezó a desvanecer este jueves y ahora se espera que retornen paulatinamente las condiciones normales de la estación lluviosa.
“Aunque el temporal termine, los aguaceros previstos para la noche de este jueves aún pueden provocar incidentes importantes en la zona, por lo que no se debe bajar la guardia”, dice el IMN.
Por lo anterior, la mayoría de los damnificados seguían en albergues, a la espera de retornar este viernes a sus casas.