Una toma ilegal para robar combustible del poliducto de la Refinadora Costarricense de Petróleo (Recope), provocó una fuga de combustible que contaminó las aguas del río Izarco en Javillos de Pavones de Turrialba, Cartago.
El derrame se descubrió la tarde de este miércoles cuando se recibió una llamada de alerta. Al sitio se desplazó una brigada de Salud Ambiental y Seguridad (SAS) de Recope y personal del Cuerpo de Bomberos.
En el sitio se encontró una toma tipo abrazadera, la cual estaba mal sellada, hecho que provocaba un constante derrame de combustible que corría al río Izarco, cuyo cauce se encuentra a unos cinco metros de distancia de donde está la tubería del poliducto de 12 pulgadas (diámetro de 30 centímetros), informó la refinadora en un comunicado de prensa.
Trabajadores lograron primero contener la fuga, al tiempo que personal de la brigada SAS colocaron mantas absorbentes para retener producto y miembros de los bomberos trataron de limpiar las riberas del río.
Este jueves se continuó con los trabajos de recolección del combustible derramado y de acuerdo con los protocolos establecidos para estos casos, se iniciarán los estudios para determinar el impacto ambiental y establecer los planes remediales, a los cuales Recope prometió dar seguimiento hasta asegurar la limpieza y recuperación del entorno.
Entre las labores que también se ejecutarán esta realizar un monitoreo de la calidad del agua del río para detectar la presencia de hidrocarburos y analizar hasta dónde permeó el producto derramado, los suelos de la ribera, así como el posible daño causado a la vegetación.
En este caso no se pudo ubicar a los responsables de colocar la toma ilegal. Los delincuentes se aprovecharon de hacer la abertura en la tubería del poliducto que está colgando en un puente metálico construido en el 2013.
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Cifras de la afectación
Hasta el 17 de marzo pasado Recope había atendido 13 casos de tomas ilegales a la largo del trayecto de la tubería del poliducto. Los casos se atendieron, especialmente, en la región del Caribe.
Cifras de la entidad detallan que de noviembre del 2016 a enero del 2020 se han presentado un total de 718 tomas ilegales.
Esto significa la sustracción de 15.851.041 litros cuyo valor estimado es de ¢8.139.503.575.
Los productos que más sustraen son diésel 50, JET A-1, gasolina súper y gasolina plus 91 respectivamente.
Precisamente, el lunes en la noche dos guardas, encargados de vigilar el poliducto a su paso por B-Line de Matina, Limón, fueron baleados por al menos cuatro asaltantes, quienes los despojaron de sus armas de fuego y chalecos antibalas.
“Los ofendidos se encontraban realizando una ronda de vigilancia por el oleoducto, momento en que, al parecer, fueron interceptados por al menos cuatro sujetos encapuchados, los cuales les dispararon y les sustrajeron el arma de reglamento y el chaleco antibalas”, precisó el OIJ en un comunicado de prensa.
Aunque Recope trabaja de manera coordinada con las autoridades Fuerza Pública y judiciales para combatir las acciones del hampa contra el robo de combustible, las sustracciones no ceden.