Un deslizamiento de aproximadamente 10 hectáreas en la zona montañosa de Ojo de Agua, distrito de Monterrey, Aserrí y otro en Tarbaca, en ese mismo cantón, son vigilados de cerca por el Comité Municipal y la Comisión Nacional de Emergencias (CNE).
El geólogo Julio Madrigal informó que el más grande es el de Ojo de Agua, que está en las montañas de la Legua de Los Naranjos, donde hay flujo de materiales que corren cuando llueve fuerte desde una pendiente pronunciada y que van a dar a una quebrada, lo que podría generar un represamiento.
Por esa razón se les da seguimiento y este jueves de nuevo el Comité Municipal de Emergencias, encabezado por la ingeniera del municipio, Rebeca Soto, inspeccionó la parte de Tarbaca.
Por ahora, se informó de que la toma de agua que utiliza la Asociación Administradora de los Sistemas de Acueductos y Alcantarillados (Asadas) de La Legua de los Naranjos ya fue rehabilitada.
También están abiertos los caminos vecinales, pues desde el viernes pasado, luego de las intensas lluvias que generaron desprendimientos, se removieron algunos deslizamientos pequeños que cayeron en varios caminos.
El deslizamiento más grande está 28 km al sur del centro de Aserrí, en la microcuenca de la quebrada El Roble y según Julio Madrigal, una visita realizada el martes, permitió dimensionar la gran ruptura en el terreno que cedió unos siete metros desde la corona o parte superior de la montaña.
Agregó que el mayor daño ha sido por la cantidad de árboles derribados y la parte ambiental de las nacientes, ya que no existen casas cercanas, por lo que no se comprometen viviendas u otras estructuras. El mayor riesgo consiste en el represamiento que puede afectar la quebrada, así como algunos caminos vecinales que recomendó no usar durante fuertes lluvias, ya que existe el riesgo de nuevos desprendimientos.
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En el municipio afirman que las tomas de agua afectadas ya se restablecieron. En cuanto a los planes de alerta temprana, los comités locales serán reactivados en los dos lugares donde se presentaron los deslizamientos.
El desprendimiento de Tarbaca, conocido como El Chiflón, está cerca de las nacientes del río Cañas, solo afectó algunos árboles y una parte de la ladera, pero no incrementó un mayor volumen de material. La ingeniera del municipio señaló que, por ahora, no existe una amenaza directa sobre la ruta nacional que está muy cerca de la parte inestable. También hay varias construcciones cercanas que están sobre terrenos más sólidos.
En esta parte de Tarbaca fue donde en mayo del 2022 hubo deslizamientos de material, que arrasaron el puente por el sector de Aserrí conocido como las Tamaleras, pues hay muchas fábricas de tamales en la parte baja por donde pasan varios afluentes del río Cañas. Su actividad económica se vio afectada varios meses, hasta que se restableció el puente.
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