Aunque es en la temporada de lluvias cuando suelen darse más los torbellinos, su impacto sucede en seco, es decir arrasan regiones en las que no está lloviendo.
Así ocurrió en los casos más recientes ocurridos el 5 de agosto en Santa Bárbara de Heredia, el 14 de setiembre en Santo Domingo de Heredia y este 15 de setiembre en Los Angeles de Cartago.
Según la meteoróloga Gabriela Chinchilla, del Instituto Meteorológico Nacional (IMN), esos fenómenos atmosféricos suelen ser estacionarios y cuando se desplazan su trayectoria es errática, pero restringida al área de la nubosidad.
El promedio, su diámetro de impacto es de 30 metros, según mediciones que se han realizado en las zonas afectadas.
En nuestro territorio se han registrado fuertes corrientes descendentes de aire desde nubes de cumulonimbus que han generado daños cuantiosos.
No se trata de tornados, los cuales no se registran en zonas tropicales, es decir, son de otras latitudes, como en Estados Unidos, dijo Chinchilla.
Lo que sí hemos tenido son torbellinos, que son de menor tamaño y mucho más débiles que un tornado, así como de menor duración y más focalizados, es decir con menos desplazamiento.
Pese a lo anterior, los torbellinos tienen fuerza para destechar casas, derribar árboles o sus ramas y afectar postes de luz. Es imposible pronosticarlos y mucho menos saber el lugar donde impactarán.
La nube del cumulonimbo es requisito para que haya un torbellino. Son las mismas nubes que forman las trombas o columnas de agua que se elevan en el mar y que también pueden causar daños en navíos, islas o litorales.
El cumulonimbo es una nube densa y potente, de considerable dimensión vertical, en forma de montaña o de enormes torres.
Son las nubes que originan las tormentas, tornados, granizos. La base se encuentra a una altura entre 700 y 1.500 metros, mientras que la parte superior llega a entre 24 y 35 kilómetros de altura.
Contienen gotas de agua, cristales de hielo y granizo. La turbulencia en los alrededores de estas nubes es muy fuerte, motivo por el cual los aviadores deben evitarlas.
Cómo ponerse a salvo
El IMN afirma que ante fenómenos de fuertes vientos, es mejor refugiarse en sótanos o en edificios de concreto.
En caso de hallarse dentro de un edificio, es conveniente permanecer en el piso más bajo. También recomiendan permanecer alejado de las ventanas.
“Evite buscar refugio en auditorios, gimnasios cerrados, salas de espectáculos o estructuras con techos de superficies muy amplias. En campo abierto, si no tiene tiempo para buscar un refugio adecuado, acuéstese a lo largo de una zanja”, dice el IMN.
No se debe permanecer dentro de un automóvil, pues sobre él pueden caer árboles o estructuras. En la medida de lo posible, hay que abandonarlo y dirigirse a edificaciones sólidas.
Tardes de lluvia
Para mañana viernes el IMN espera una mañana menos bochornosa y con más vientos alisios. Aunque se espera el paso de una onda tropical, será débil y no va a reforzar las lluvias vespertinas, propias de la estación.
Para la tarde y primeras horas de la noche de este jueves sí se esperan lluvias, más que todo en el Pacífico.
El calentamiento matutino sumado al ingreso de humedad y la cercanía de la zona de convergencia Intertropical, ocasionarán desarrollos nubosos generando aguaceros muy aislados pero fuertes y con rayería, dijo Gabriela Chinchilla.
Como los niveles de saturación de suelos continúan elevados, se puede generar el rápido incremento en el caudal de los ríos, por lo que se pide precaución.