Desde la noche de este lunes y durante todo el martes se espera la influencia indirecta de la tormenta tropical Pilar en nuestro país, con tendencia a aumentar a medida que avanzan las horas. Este ciclón tropical se formó durante el fin de semana en aguas del Océano Pacífico, y existe la posibilidad de que alcance la categoría de huracán el martes, cuando se acerque a las costas de El Salvador y Nicaragua.
Este lunes en la tarde hubo un cielo mayoritariamente nublado con lluvias variables en casi todo el país. El Instituto Meteorológico Nacional (IMN) informó a las 5 p. m. que hasta esa hora hubo lluvias de variable intensidad en el Pacífico norte y la zona norte, con acumulados entre 15 y 30 litros por metro cuadrado o milímetros (mm). En el resto del país, a esa hora las lluvias no habían superado los 20 mm.
Se prevé un incremento de las lluvias en el Pacífico norte en las próximas horas, con montos estimados entre 50 y 80 mm con máximos localizados de 140 mm durante la noche y madrugada.
En el resto de Pacífico, se estiman montos entre 20 y 50 mm, con máximos puntuales de hasta 70 mm. Para el Valle Central las lluvias serían entre débil y moderada intensidad con acumulados entre 20 y 60 mm. En la zona norte y el Caribe se pronostican aguaceros aislados con tormenta eléctrica y montos similares a los del Valle Central.
Alerta naranja
De hecho, la Comisión Nacional de Emergencias elevó el nivel de alertas para todo el litoral Pacífico, que está en alerta naranja, la cual se determina cuando se presentan condiciones de riesgo alto y se estima que el evento pueda afectar a la población, sistemas productivos y accesibilidad a servicios básicos, entre otros. Con esta alerta la población debe tomar medidas para minimizar el impacto, aunque no se haya materializado por completo.
El Valle Central sigue con alerta amarilla, lo mismo que la zona norte, Turrialba y Sarapiquí. Mientras que el Caribe, que sería la zona de menos impacto, queda con alerta verde (mínima). La alerta amarilla implica activación de los comités cantonales de emergencias y de los procedimientos preestablecidos de los cuerpos de socorro, tales como el abastecimiento para eventuales albergues.
Según Alejandro Picado, presidente de la CNE, la medida se toma porque ya desde el fin de semana se tuvo que habilitar un albergue con ocho personas en Santa Cruz de Guanacaste, donde las lluvias han sido intermintentes en los últimos días y este lunes desde las 11 a. m. volvieron a caer de manera fuerte. En esa zona el domingo cayó un árbol sobre una casa y cobró la vida de un padre y su hija.
Algunos ríos como el Diriá y el Charco presentaban niveles altos este lunes, por lo que muchos ganaderos comenzaron a llevar los animales a zonas un poco más altas y seguras.
Debido a las lluvias del fin de semana y los oleajes altos, miles de huevos de tortuga quedaron expuestos en la zona protegida de Ostional, Santa Cruz.
Alexander Picado afirmó que los suelos están muy saturados y por eso no es necesario que llueva fuerte para que ríos y quebradas se desborden. El fin de semana se generaron 55 inundaciones en Puntarenas, San Carlos y Montes de Oro, donde el río Naranjito anegó comunidades de Puntarenas como San Luis, Bellavista y Garroberos en los distritos de Chacarita, El Roble y Barranca, los cuales también se quedaron sin servicio de agua potable el fin de semana por afectación de un dique.
Respecto al viento, se pronostican ráfagas ocasionales de entre 20 y 40 km/h para el Pacífico norte, con máximos de hasta 70 km/h en las partes montañosas del país.
La CNE pide a los conductores en carretera extremar cuidados por las condiciones que se esperan, principalmente en zonas montañosas propensas a desprendiemientos, así como al pasar por carreteras mojadas, principalmente en las zonas de alerta naranja.
Se pide especial atención en las regiones del Pacífico norte, Pacífico central y las zonas montañosas del Valle Central y zona norte; debido a que ahí se esperan las precipitaciones más fuertes y existen suelos saturados por las lluvias en los últimos días.
Tormenta muy vigilada
La tormenta tropical Pilar se encuentra aproximadamente a 610 km al oeste del Golfo de Papagayo, Guanacaste, frente a las costas de El Salvador. Según el Centro Nacional de Huracanes, presenta vientos máximos sostenidos de 85 km/h y se desplaza a una velocidad de 7 km/h en dirección noreste, hacia El Salvador y Nicaragua. Se mantiene la perspectiva de que se acerque a El Salvador y Nicaragua y luego se aleje otra vez a mar abierto, a partir del miércoles.
El efecto indirecto en nuestro país se debe a la interacción del disturbio atmosférico con una franja nubosa de gran tamaño llamada zona de convergencia intertropical, lo que genera condiciones inestables y favorece las lluvias debido al ingreso de humedad desde el Pacífico.
En cuanto al estado del océano, este lunes el Centro de Investigación en Ciencias del Mar y Limnología (CIMAR) informó que las bandas del ciclón se acercan al Pacífico norte de nuestro país, generando mar picado frente a nuestras costas, especialmente en la península de Nicoya.
En el Pacífico norte, se espera que las olas aumenten el martes y puedan alcanzar alturas de hasta 3,8 metros mar adentro, disminuyendo a partir del jueves. También podrían generarse vientos de hasta 33 km/h en esas regiones, por lo que se advierte a los capitanes de embarcaciones pequeñas. En el Pacífico central y el Pacífico sur, se pronostica mar picado con olas de hasta 2,5 metros entre martes y miércoles.