El domingo 23 de julio, Aguas Zarcas de San Carlos fue azotado nuevamente por una crecida del río. La sorpresa fue abrumadora para la gran mayoría de personas presentes, quienes se vieron obligadas a salir corriendo, dejando atrás todas sus pertenencias debido a la falta de tiempo para rescatarlas.
Esta situación representó un día extremadamente difícil para varias familias, ya que sufrieron pérdidas significativas de sus bienes. Sin embargo, también se convirtió en una valiosa lección, impartida por la naturaleza, específicamente por un toro.
Cada tarde, de manera habitual, las vacas de don Eliécer descienden hacia un riachuelo para beber agua. Este riachuelo se encuentra entre la cerca donde las vacas pastan y el río Aguas Zarcas. Siempre las vacas son guiadas por el toro Macho.
No obstante, el pasado domingo 23 de julio, todo cambió. El toro Macho se posicionó firmemente entre las vacas y la cerca, impidiendo que las 30 vacas cruzaran para beber agua. Macho permaneció firme y no permitió que ninguna de sus vacas pasara por la cerca, a pesar de que esta se encontraba abierta.
Don Marvin nos cuenta cómo él y don Eliécer vivieron esta notable experiencia. “Le voy a ser bien sincero, yo no sabía qué estaba pasando. Nunca había visto a Macho en esa posición, es que era evidente que no estaba dejando pasar las vacas. Como no entendía nada me fui donde mi suegro, don Eliécer, para contarle lo que estaba pasando”, recordó don Marvin.
Don Eliécer, quien ha dedicado 65 años de su vida al cuidado del ganado, conocía perfectamente la situación y explicó a don Marvin lo que acontecía. “Es muy sencillo, Macho no está dejando pasar a las vacas porque hay peligro en el riachuelo, algo va a pasar con el río Aguas Zarcas, ya Macho lo sabe y está cuidando sus vacas… así es la naturaleza de sabia y hagámosle caso nosotros, estemos atentos porque creo que se vienen cabezas de agua, ya Macho lo está advirtiendo”, comentó don Eliécer.
“Ese toro me dio una gran lección de vida que jamás olvidaré”, agregó don Marvin, aún sorprendido por los acontecimientos.
Pero eso no es todo. Hubo una vaquilla que se separó del grupo, y aunque pueda parecer increíble, el toro Macho fue en su búsqueda y la condujo de vuelta al rebaño, protegiéndola de lo que podría haberle sucedido.
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Mauricio Jiménez, veterinario de la Universidad Nacional y director del Hospital de Especies Menores, afirma que el comportamiento de Macho es completamente normal. “Es inherente a su naturaleza. Él es el líder de la manada y tiene la responsabilidad de cuidarla. Ha ganado esa posición y, por ende, es seguido por el resto del grupo. Su fuerza y dinamismo están marcados en su evolución genética, y esto es respetado por los miembros del rebaño. Se pueden observar comportamientos similares en primates, donde también se advierten peligros y condiciones especiales, así como la presencia de alimento”, explicó Jiménez.
Al matadero
Una historia adicional sobre Macho es que, en cierto momento, don Eliécer tenía otro toro para sus vacas, pero este no fue apto para la reproducción, por lo que fue destinado al matadero. En ese momento, Macho estaba listo para ser sacrificado por otras personas.
Sin embargo, don Eliécer intervino y solicitó a los dueños del matadero que no sacrificaran a Macho, ya que él lo necesitaba para sus vacas. Así fue como llegaron a un acuerdo, intercambiando un toro por otro.
Don Eliécer salvó la vida de Macho, quien ya ha demostrado ser excelente para la reproducción.
Lo que nos dicen los expertos
En otro aspecto, consultamos al doctor en veterinaria y epidemiólogo, Yayo Vicente, sobre este tema, y su reacción no fue de sorpresa. “Hemos subestimado la inteligencia de los demás seres, utilizándolos para nuestro beneficio. Lo hemos hecho tanto con otros seres humanos como con animales no humanos. La inteligencia presente en otros animales es una realidad innegable. Algunos nos sorprenden más que otros; por ejemplo, las abejas han desarrollado una inteligencia colectiva. Además de experimentar y manifestar emociones, poseen inteligencia”, explicó.
En cuanto a ciertos comportamientos atribuidos a instintos desprovistos de inteligencia, el veterinario afirma que hay ejemplos que desmienten esta idea. “Algunos animales son capaces de percibir sonidos inaudibles para las personas o vibraciones que están fuera de nuestra percepción normal. Reaccionan con inquietud ante estas señales, lo que demuestra un procesamiento inteligente de la información”, añadió.
El doctor también mencionó el caso de China, que desde hace varios años utiliza animales para ayudar en la detección temprana de temblores. Las estaciones de monitoreo de terremotos en China, además de contar con equipos de tecnología avanzada, también se apoyan en la observación de la naturaleza para obtener un mejor pronóstico de temblores.