Pococí.
Unos 400 vecinos de las barras de Tortuguero y Colorado emprendieron poco antes de este medio día el regreso a sus casas luego de permanecer cuatro días en albergues de Cariari y Guápiles, debido al paso del huracán Otto.
Las personas son trasladadas en autobuses hasta el muelle la Suerte de Siquirres y desde ahí se embarcarán en lanchas hasta sus pueblos. Otro grupo de adultos mayores fue trasladado en avioneta desde el aeropuerto de Siquirres hasta la pista de Barra de Tortuguero.
Con este propósito la Comisión Nacional de Emergencias (CNE) suministrará combustible a las embarcaciones encargadas del traslado.
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Los pobladores de las barras fueron evacuados desde el martes debido a que eran las zonas de mayor amenaza del paso del huracán.
La desesperación por volver a sus casas motivó a unos 50 vecinos de Barra de Tortuguero a manifestarse en horas de la mañana en el parque de Cariari. Su propósito era presionar a las autoridades para que les permitieran, de una vez por todas, emprender el viaje de regreso a sus comunidades.
Los lugareños estaban molestos porque a pesar de que poco después de las 7: 00 am, el presidente Luis Guillermo Solís informó, en conferencia de prensa, que los afectados podrían regresara sus casas, dos horas después las carreteras permanecían cerradas por la policía.
La mayor angustia de los pobladores de caseríos como La Bocana y San Francisco (en Tortuguero) es que desconocen cómo están sus viviendas, las pertenencias y los animales que dejaron desde el martes cuando fueron obligados a salir para protegerse del huracán.
Y es que desde el martes algunas personas que se quedaron en la zona alertaron de saqueos en varias propiedades. Esto motivó a que desde ayer algunos lugareños tomaron a los niños de la mano, se pusieron las maletas al hombro y caminaron hasta 10 horas por entre las fincas inundadas para burlar los retenes de la policía que les impedían llegar a los embarcaderos.
Tal y como reveló este medio ayer, muchas de las víctimas del huracán también sufrieron el saqueo de los pocos bienes que pudieron rescatar de las inundaciones.
Estos hechos fueron condenados por el presidente Solís quien declaró que "irían duro" contra las personas que fueran sorprendidas robando en medio de esta emergencia.
El paso del huracán Otto por el país dejó nueve muertos en Upala y Abangares, personas desaparecidas y cuantiosos daños en viviendas, comercios, carreteras y puentes.