El ingreso de turistas al Parque Nacional Volcán Poás, este martes, dependerá de la evaluación que los científicos realizarán en las primeras horas de la mañana, según informó anoche la Comisión Nacional de Emergencias (CNE).
La entrada al coloso permaneció cerrada este lunes, luego de la seguidilla de al menos siete erupciones importantes y la constante emanación de gases.
Se tomó la anterior medida luego de la reunión sostenida en el Parque con personal del Comité Asesor Técnico de vulcanología de la Comisión Nacional de Emergencias (CNE).
Será este martes cuando se defina la pertinencia o no de la apertura, de acuerdo al comportamiento del coloso durante la noche y madrugada.
El Sistema Nacional de Áreas de Conservación (SINAC) se comprometió con los turistas que tenían reservaciones a reprogramar su visita o a reintegrarles su dinero.
Las cenizas y olor a azufre llegaron al centro de Grecia y a otras comunidades del cantón como Rincón de Arias, Cajón, en el distrito de Bolívar y a varios poblados de San Roque.
De igual manera, algunas partes de los cantones de Naranjo y Sarchí fueron alcanzadas por los materiales, según reportes de la Red Sismológica Nacional (RSN) y el Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Costa Rica (Ovsicori).
Gladys Cerdas Calderón, de 59 años, vecina de San Roque de Grecia, afirmó que la ceniza está en los corredores y el cinc de la casa, así como en los carros.
Le llamó la atención la especie de esmog o niebla en el ambiente que obligó a los niños de escuela a usar mascarillas.
“Mi nieto es alérgico y en la mañana amaneció estornudando y sonándose la naricita. Es por la ceniza del volcán y le pusieron mascarilla. Los maestros nos mandaron a decir que pusiéramos un pañito bajo las puertas de las casas para que no entre la ceniza”, sostuvo.
Por su parte, Gerardo Madrigal, otro vecino de barrio Latino, en San Roque, dice que la ceniza le ha afectado la vista y la respiración. Dice que en la madrugada escuchó como retumbos y luego supo que era el volcán.
Medida preventiva
La medida de cierre de turistas al Parque obedece a una decisión concertada entre representantes de la CNE, Red Sismológica, Ovsicori y Sinac.
Lorena Romero, directora de Gestión del Riesgo de la CNE, afirmó que la intención es proteger la integridad de los turistas, así como la de los guardaparques, además de evaluar con detenimiento el comportamiento del macizo.
Con ella coincidieron Lidier Esquivel y Guillermo Alvarado, geólogo y vulcanólogo de la Comisión, respectivamente.
“Se ha recomendado a las autoridades del Parque Nacional Volcán Poás no abrir hoy (lunes) para tener una ventana de 24 horas de observación. Esto nos va a permitir determinar si estamos evolucionando hacia una actividad mayor o si será necesario tomar otro tipo de medidas pensando en la protección de la población y los funcionarios del lugar”, explicó Esquivel.
Alvarado detalló que desde el miércoles de la semana pasada vecinos de San Pedro de Poás comenzaron a notar el olor a azufre y el jueves y viernes hubo erupciones de entre 100 y 300 metros de altura. En ambas hubo bloques balísticos, gases y cenizas.
Después, hubo una pausa el fin de semana y este lunes la actividad retornó con erupciones de cenizas y gases, así como incandescencia en la boca situada en la base del antiguo domo.
El vulcanólogo agregó que cuando los gases salieron a la atmósfera formaron una especie de niebla que fue observada desde lejos, debido a que el tiempo estaba despejado.
“Hoy (lunes) lo que hay es parte del reservorio de magma del 2017, lo cual está alimentando esa incandescencia con la combustión de los gases. La pregunta es si viene algo más grande o si simplemente corresponde a un proceso normal y eso es justamente lo que se va a discutir”, manifestó Alvarado.
De momento no se ha detectado una deformación en el macizo, según reportó el Ovsicori, es decir el volcán no se está hinchando ni desinflando, la sismicidad es relativamente baja, pero la cantidad de gases indica que hay componente de magma.
Este Parque Nacional, uno de los más visitados del país, estuvo cerrado durante un año debido a la actividad del volcán, entre abril de 2017 y agosto de 2018. La medida golpeó fuerte la economía de la zona.
Erupciones sostenidas
Una de las erupciones de este lunes se registró a la 1:51 a. m. cuando hubo salida de material volcánico, acompañada de actividad incandescente.
Según el Ovsicori, la pluma se orientó hacia el suroeste (Grecia, Naranjo y Sarchí) y alcanzó los 200 metros sobre el cráter activo.
Eliécer Duarte, vulcanólogo, informó de que el evento fue similar a uno registrado la semana anterior; lo que persiste es la salida de vapor y sedimentos.
“El conducto del volcán está seco, entonces la salida violenta de gases arrastra sedimentos. Esos gases se calientan en ocasiones a más de 500 grados y eso provoca la incandescencia”, aseguró el experto.
Mauricio Mora, vulcanólogo de la Red Sismológic a, manifestó que no han detectado presencia de elementos balísticos y que ahora deberán evaluar el comportamiento.
Por su parte, Gino González, de la organización Volcanes Sin Fronteras, dijo lo que está ocurriendo es muy similar a un sistema que ha sido afectado por una erupción magmática.
"La presión interna fue creciendo con el tiempo, todo iba hacia arriba y seguirá subiendo. El que exista esto (la erupción) muestra que los gases que están saliendo son mayores a 400 grados.
“Es un sistema que está dominado por el sistema magmático, que ya ocurrió antes. Sin embargo, tenemos que hace menos de año y medio se dio una erupción muy violenta. Es posible que ese mismo magma esté de nuevo queriendo salir”, afirmó González.
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Colaboró el periodista Carlos Arguedas y la fotógrafa Graciela Solís.