El tiempo soleado y despejado de esta semana le permitió al vulcanólogo Geoffroy Avard, del Observatorio Sismológico y Vulcanológico (Ovsicori), captar imágenes que confirman lo que las cámaras térmicas adelantaban: las temperaturas en el volcán Turrialba están subiendo y ya rondan los 800° Celsius.
Este lunes por la mañana, Avard y la vulcanóloga Monserrat Cascante pudieron ascender hasta la cumbre del coloso, ver los cambios en el cráter activo y medir el calor que se concentra en paredes internas. En mediciones anteriores, en el 2012, la temperatura marcó 600°.
"Ahora sabemos un poquito mejor cómo está el fondo del cráter", dijo el científico.
Añadió que la frecuencia de luz pasa de infrarojo hasta el rojo profundo y luego al amarillo en las rocas internas del volcán, según sea la cantidad de calor que concentran por el paso de los gases.
Destacó que en periodos de verano y con algunas condiciones especiales como buena iluminación, se puede ver un resplandor, que es producto de la emanación de gases poco densos y calientes, como ocurrió el lunes y como a menudo ha estado viéndose en las imágenes de las cámaras infrarrojas del Ovsicori durante las noches.
Este lunes "fue la primera vez que las condiciones ambientales me permitieron ver dentro del cráter con tanta claridad. Me llamó la atención esta boca que no conocía y que emite ruidos y vibraciones al canalizar el gas. Constaté que toda la luz que se ve en la noche se debe a que es súper caliente", dijo.
Indicó que es como cuando el sol se oculta después de un día despejado y los muros de las construcciones guardan calor, pese a que el sol ya no se ve. En el caso del volcán, el calor emitido por gases a 800 grados deja el efecto calórico y lumínico en las rocas hasta por varias horas, según el calor recibido, explicó.
Ceniza juvenil
Los análisis del Ovsicori también revelan que la cantidad de ceniza juvenil ha variado considerablemente desde que el volcán intensificó su etapa eruptiva en el 2014.
La salida reciente de escorias o piedras multiformes, así como la misma ceniza implican la presencia de lava.
En el 2010 el material juvenil era de un 1%, luego pasó al 5% y en el 2015 pasó hasta casi el 20% y en los últimos meses ya se tiene un 40% de material juvenil o 'magma en cenizas' y rocas expulsadas por el volcán.
El magma en cenizas es material solidificado, de erupciones recientes, que sale expulsado del volcán en forma de pequeñas partículas.
Aunado a esto, en videos recientes del Ovsicori se muestra el material fundido que Avard denominó galletas, por la forma que tienen. En esas estructuras también aparece el magma.
Esos videos confirman el sonido similar al de un jet que se genera en la cima debido al paso de gases, agua, o magma por grietas y conductos en el interior del volcán y a las súbitas variaciones de la presión al interior de reservorios, grietas o conductos.
Sin embargo, para ver mayor concentración de magma en las cenizas se ocupa el ascenso de material que puede estar a una profundidad de entre 10 y 15 kilómetros y entrar al sistema más superficial para generar otra erupción grande. Empero, el especialista sostuvo que en estos momentos esta subiendo muy poco material, que encuentra salida sin problemas.
Actividad reciente
Este martes el coloso lanzó de nuevo cenizas que cayeron en poblados cercanos que están al sur y suroeste del cráter, como Santa Cruz y las fincas la Central y la Pastora de Turrialba.
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El miércoles, el viento lanzó las cenizas hacia sectores como Los Geranios de Guácimo y la Alegría de Siquirres, así como en algunos poblados de Turrialba cercanos al macizo.
El jueves hubo salida de partículas en la mañana, pero la actividad tuvo una merma en la emanación de cenizas durante la tarde, que prevalece este viernes en el que solo se registra la salida de gases.