Dos hampones con amplio historial delictivo cayeron presos ayer como sospechosos de matar a una mujer y herir a otras dos, todas empleadas de un casino.
Los sujetos, de apellidos Mena (28 años) y Mora (26 años), eran conocidos de la Policía pues cuando, al parecer, atacaron a las muchachas –la madrugada del martes– sus nombres ya sonaban en el caso de dos parejas asesinadas en junio y en agosto.
De hecho, el celular de Pamela Chaves (ultimada el 20 de agosto junto a su amigo Rolando Orozco) apareció en una de las viviendas que las autoridades allanaron ayer en Pavas.
Pese a la cantidad de víctimas, el director del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), Jorge Rojas, describió a los detenidos como “delincuentes comunes que mataron para robar”, en vez de asesinos múltiples.
“Ninguna de las víctimas les ofreció resistencia. Mataron por placer; por el simple gusto de hacerlo. Para nosotros es incomprensible”, destacó Rojas.
Aunque en su último ataque tenían la intención de acabar con todas sus víctimas, dos de ellas –Arelis Marín Salazar, de 28 años, y Angie Peraza Fernández, de 26– sobrevivieron. La tercera, Yerlin Marín, no tuvo esa suerte.
Las tres trabajaban en el casino del hotel White House, en San Antonio de Escazú.
El OIJ arrestó ayer, además, a una mujer de apellido Arias, de 24 años. Ella es novia de uno de los detenidos. El director Rojas prefirió no dar mayores detalles sobre los motivos de su detención.
Patrón. Las autoridades encontraron un patrón común en los tres casos por los que los sujetos son investigados.
Las víctimas recibieron balazos a quemarropa en la cabeza, sus cadáveres fueron abandonados en sitios distantes –unos de otros– y los asesinos recorrieron varios kilómetros con los afectados.
Eso ocurrió con la primera pareja atacada –el periodista Julio Acuña y su amiga Yoselin Rojas–, aunque en este caso solo existen sospechas.
Las víctimas fueron escogidas al azar con intención de robo, enfatizó Rojas.
Acción policial. Mora fue el primero en caer. Las autoridades lo aprehendieron cuando se presentó ante la Fiscalía, en San José, para firmar, pues figura en una causa por un robo agravado.
Horas más tarde, agentes de la sección de Homicidios del OIJ, coordinados por la Fiscalía Adjunta contra el Crimen Organizado, allanaron tres casas en Lomas del Río, Villa Esperanza y Pueblo Nuevo de Pavas, San José.
Los detectives se incautaron de una escopeta, una pistola calibre 9 milímetros –marca CZ– y un chaleco antibalas.
No lograron dar con el vehículo Hyundai Accent en el que los hombres se movilizaban la noche del ataque en las inmediaciones del casino. El carro es blanco y de cuatro puertas. Tiene aros de lujo, vidrios polarizados y “cola de pato”.
“Ese vehículo está escondido, quizá en manos de personas que desconocen que es buscado en relación con este homicidio. A la persona que lo tenga le solicitamos que por favor nos lo comunique al teléfono 800-8000-OIJ (645) o al 2295-3311”, puntualizó el director Rojas.
La mujer de apellido Arias fue la segunda en caer. La detuvieron en su trabajo, en una empresa de Pavas. El OIJ la llevó esposada a su departamento para una revisión.
Las autoridades no ahondaron en su vinculación con los casos.
Mena fue el último en ser detenido. El OIJ lo localizó en casa de unos conocidos, en Comunidad Paz de Lomas del Río, Pavas. Allí se mantuvo durante los últimos días.
El fiscal general de la República, Francisco Dall’Anese, dijo que de haberse contado con la plataforma de información policial –prevista en el proyecto de ley contra el crimen organizado– quizá la víctima del último caso estaría con vida.
“Por una falencia a lo mejor hubiéramos evitado esta muerte pues estas personas hubieran estado detenidas hace bastante tiempo. Esa plataforma es una herramienta que permite manejar todos los datos en conocimiento de la Policía”, explicó.
Ni el OIJ ni el Ministerio Público profundizaron en el caso pues quedan pendientes algunas diligencias, entre estas reconocimientos físicos. Mena y Mora ya fueron sometidos a reconocimientos fotográficos por parte de algunas personas con las que tuvieron contacto la madrugada del martes.
En menos de 24 horas el OIJ ya los tenía como sospechosos.