La presunta organización criminal desarticulada, la mañana de este lunes, y que se dedicada a la trata de personas, principalmente de menores de edad, con fines de explotación sexual, era liderada por dos comerciantes de origen chino. Así lo informó Randall Zúñiga, director del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), en un comunicado oficial.
Según Zúñiga, los cabecillas son dos hombres de nacionalidad china: uno con residencia permanente en Costa Rica y otro naturalizado costarricense.
“Estos sujetos subcontrataban a mujeres para que captaran menores de edad mediante redes sociales como Instagram y TikTok, ofreciéndoles incentivos de tipo sexual”, explicó el jefe de la Policía Judicial.
Se cree que el grupo recibía montos entre los ¢250.000 y ¢500.000 por cada una de las víctimas, quienes, en su mayoría, son personas en estado de vulnerabilidad y riesgo social.
Zúñiga destacó que los cabecillas tenían un perfil empresarial consolidado en el país, con negocios que incluyen una conocida cadena de supermercados en Guanacaste, locales comerciales, venta de loterías y restaurantes de comida asiática.
Uno de ellos posee una residencia de lujo en Playas del Coco, valorada en aproximadamente un $1 millones, precisó Zúñiga.
La operación incluyó un total de 19 allanamientos en distintas localidades del país, entre ellas Playas del Coco, Filadelfia (Guanacaste), San Ramón (Alajuela), Heredia, Cartago y San José, con el objetivo de detener a 22 personas de la organización o clientes del grupo.
Hasta el momento, 19 personas han sido capturadas. Entre los capturados se encontraban tres mujeres que, en su momento, tenían entre 7, 13 y 15 años y ahora rondan los 18.
Además, se detuvo a una madre, al padrastro de las menores involucrados, ocho personas vinculadas a la compra de pornografía infantil y a un funcionario de la Fuerza Pública implicado en el tráfico de migrantes.
El operativo también incluyó la detención de un abogado del Ministerio de Trabajo que, según la investigación, habría buscado encuentros sexuales con menores, tres conductores encargados de trasladar a las víctimas y otras tres personas que proporcionaban logística en Guanacaste, incluyendo alimentos y bebidas para la operación.
El OIJ confirmó que los casos investigados incluyen reportes de desaparición de menores el año pasado, lo que permitió establecer la existencia de toda una supuesta red criminal detrás de estos hechos.
La delegación regional de Heredia continúa con la labor de detención de los miembros restantes de la organización.
