El desprendimiento de tierra en una ladera montañosa de El Castillo, en La Fortuna de San Carlos, que descendió por el río Piedras Negras el 30 de enero, abarcó aproximadamente dos hectáreas.
Blas Sánchez, geólogo de la Comisión Nacional de Emergencias (CNE), realizó una inspección este viernes en la que constató que no hubo propiedades ni personas afectadas, ya que ocurrió en una zona montañosa de alta pendiente, la cual está deshabitada.
El experto advirtió que los terrenos continúan inestables en ese y en otros puntos del territorio, por lo que, ante la posibilidad de lluvias en las próximas horas, principalmente en la zona norte y el Caribe, según las proyecciones del Instituto Meteorológico Nacional, es importante que nadie se acerque a las laderas de los ríos.
Represamiento y avalanchas
De acuerdo con Sánchez, el deslizamiento se debió a que, tras la alta saturación del suelo por las lluvias de las últimas semanas, al cesar las lluvias desde el martes, este comenzó a perder el agua acumulada, y esa contracción habría generado la caída de material.
En el fondo del río Piedras Negras se formó un represamiento temporal que, al liberarse de manera repentina, descendió en forma de avalanchas con troncos, piedras y lodo que erosionaron las orillas del cauce a su paso y arrasaron otros árboles en el trayecto.
La única estructura golpeada por el material, que bajó en varios segmentos, fue el puente sobre la ruta nacional N.° 936, que comunica los distritos de Peñas Blancas de San Ramón con La Fortuna de San Carlos. A simple vista no se le ven daños, pero será evaluado por personeros del Consejo Nacional de Vialidad (Conavi) para determinar posibles afectaciones.
El material que cayó este jueves fue asimilado por el río y fue a dar a la laguna del embalse Arenal, sin causar afectación alguna.
Sánchez dijo que en el punto del deslizamiento es muy poco probable que ocurra otro tan grande, pero cerca de ahí pueden ocurrir otros colapsos similares.
En el cauce del río quedó mucho barro todavía, por lo que el agua seguirá bajando con lodo durante varios días, máxime si vuelven las lluvias. También pueden seguir otras pequeñas caídas de material que quedó inestable en lo alto de la montaña, la cual está fuera del Parque Nacional Volcán Arenal, pero es un reservorio y zona de amortiguamiento.
Cerca de donde nace el río, en la parte alta del cerro, existen dos brazos caudalosos, de manera que el izquierdo fue el afectado por la caída de material y el represamiento, pero como el otro brazo estaba libre, su caudal de agua ayudó a que los flujos descendieran de forma más acelerada.
Un fenómeno similar al ocurrido en San Carlos podría presentarse en otras cuencas ubicadas en zonas de alta pendiente, algunas de las cuales tienen suelos colmados de agua.
El 17 de julio del 2023 en Aguas Zarcas, San Carlos, una serie de avalanchas ocurridas al desprenderse más de 70 hectáreas en una ladera del Parque Nacional Juan Castro Blanco, dañaron viviendas, comercios, parte de una planta hidroeléctrica de Coopelesca y otras estructuras que estaban muy cerca del cauce del río Aguas Zarcas.
Esa vez se interrumpió el paso por el puente que comunica ciudad Quesada con Aguas Zarcas y se evacuó a familias en riesgo. También se suspendieron lecciones en las escuelas Bahamas, en Hebrón y Kopper, en Cutris. Hubo un apilamiento de troncos acumulados en Concepción de La Palmera que días después se deshizo por las fuertes lluvias y los materiales fueron a dar hasta el río San Juan.
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