El 25 de noviembre, se conmemora el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer para reflexionar sobre las causas, consecuencias y soluciones de esta problemática. En este contexto, la fiscala adjunta de Género, Debby Garay, urgió la necesidad de que la sociedad deje de responsabilizar a las víctimas.
“La víctima usualmente carga con la culpa de ‘me pasó porque andaba vestida de determinada manera’. Y la sociedad le dice: ‘¿Por qué se viste así? ¿Por qué anda a altas horas de la noche? ¿Por qué ingiere licor? ¿Por qué se maquilla? ¿Por qué salió con hombres? ¿Por qué sale a correr sola en la mañana?’. Cuestiones que son básicas y que no se le preguntan a los hombres, pero a la mujer sí”, expresó Garay durante una entrevista en el programa Frecuencia MP, del Ministerio Público.
Garay explicó que estas preguntas no solo desvían la responsabilidad del agresor, sino que también perpetúan una cultura en la que se achaca a las mujeres la culpa de que sus derechos sean vulnerados.
“Yo tengo todo el derecho de salir a caminar en la madrugada a las 4 de la mañana, sin esperar o suponer que alguien me vaya a violentar”, agregó al destacar que este tipo de libertad debería ser una realidad y no un privilegio.
La fiscala destacó que las víctimas a menudo sienten vergüenza por lo sucedido. Este fenómeno, según Garay, no solo afecta su bienestar emocional, sino que también dificulta su capacidad para buscar ayuda.
“La sociedad debe evitar trasladarle la culpa a las víctimas preguntándole: ¿Por qué usted no gritó? ¿Por qué usted no hizo? ¿Por qué usted salió? En vez de decir: ¿Qué le pasó? ¿Cuál fue la razón?”, señaló.
Garay hizo un llamado a la sociedad para reconocer que “sencillamente, quien estaba en esa posición de poder nunca debió violentar a la víctima”. También, destacó el derecho de todas las personas a vivir y expresar su libertad de manera plena y sin temor.
“Tenemos derecho a transitar, a ser, estar, a expresarnos, a eventualmente, si tenemos la edad, tomar licor, poner altos y decidir sobre nuestra libertad sexual, si somos mayores de edad y proteger la indemnidad sexual de las niñas y niños”, enfatizó.
Importancia de denunciar y buscar apoyo
La especialista resaltó que la declaración de las víctimas es la prueba más sólida en los casos de violencia de género y delitos sexuales, ya que estos suelen ocurrir en la clandestinidad.
“Es importante que usted haga valer sus derechos. Usted tiene derecho de interponer la denuncia al lugar donde se presente. Es importante que también se le informen cuáles son sus derechos”, indicó. Asimismo, instó a las personas a reportar cualquier maltrato por parte de funcionarios judiciales o administrativos a la Contraloría de Servicios.
Garay reconoció que, aunque no todas las fiscalías cuentan con personal especializado, quienes trabajan en estas áreas están sensibilizados para escuchar y atender las necesidades de las víctimas. Además, insistió en que la violencia contra las mujeres no es un hecho aislado, sino una problemática sistémica que se manifiesta en distintos ámbitos de la vida pública y privada.
La fiscala consideró que el cambio debe iniciarse desde las primeras etapas de la vida. Asimismo, destacó la necesidad de erradicar la normalización de cualquier forma de violencia, pues su aceptación contribuye a perpetuar el problema.
Entre el 1.º de enero de 2020 y el 13 de noviembre de 2024, 305 mujeres fueron asesinadas en Costa Rica, según datos de la Policía Judicial y del Observatorio de Violencia de Género contra las Mujeres y Acceso a la Justicia del Poder Judicial. Esta cifra equivale a una mujer asesinada cada 4,5 días.
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