Este fin de semana, Guanacaste y el Valle Central ingresarán a la estación seca, después de experimentar un retraso causado por varios sistemas de baja presión, incluida la tormenta tropical Pilar. Esta última afectó de manera indirecta con lluvias que provocaron inundaciones en Santa Cruz de Guanacaste y lugares vecinos.
De igual manera, la inestabilidad que dejó ese sistema ciclónico acercó a nuestro país un amplio sistema nuboso de bajas presiones llamado zona de convergencia intertropical, por lo que hubo lluvias como las que inundaron más de 400 viviendas en Tobosi de El Guarco el 6 de noviembre, así como en otras 80 casas anegadas el martes pasado en Nandayure, Guanacaste.
Según el Instituto Meteorológico Nacional (IMN), en el Pacífico norte, la llegada de la estación seca se vio demorada por la influencia de la tormenta tropical Pilar, formada en el Pacífico a finales de octubre. Estaba previsto que a partir del 15 de noviembre mermaran las lluvias, pero hubo una semana de retraso.
Para finales de este mes, se espera que el Pacífico central (Puntarenas, Quepos, Parrita) también entre en la estación seca. La primera semana de diciembre, los días averanados llegarán a los cantones de Los Chiles, Upala y Guatuso; mientras que la zona sur deberá esperar hasta enero.
Pese a la llegada de la época seca, el IMN no descarta la posibilidad de algunas lluvias en el Valle Central y Pacífico norte, ya que noviembre y diciembre suelen tener algunos días lluviosos.
Este año, presentan irregularidades debido al calentamiento en las aguas superficiales de ambos océanos, que, en su interacción con la atmósfera, alteran las condiciones normales. Esto se traduce, por ejemplo, en un aumento en las temperaturas del aire como las que se han experimentado en el país desde mayo. Por eso, no se descartan para el 2024 posibles olas de calor y otros riesgos como incendios forestales, dijo Luis Fernando Alvarado, coordinador de Climatología del IMN.
A eso debe sumarse un inusual fenómeno de El Niño, que no pudo desarrollar las lluvias en el Caribe que lo caracterizan y más bien prevalece una fuerte sequía, pues las precipitaciones han estado muy por debajo del promedio. Se espera que los impactos más fuertes de El Niño se experimenten entre diciembre y febrero próximo.
La sequía en la vertiente del Caribe, traería problemas mayores para la agricultura de esas regiones y para la generación de las plantas hidroeléctricas, así como para la recarga de acuíferos, entre otros.
Tres regiones entran a temporada seca este mes
Zona sur seguirá con lluvias hasta fin de año
FUENTE: IMN || INFOGRAFÍA / LA NACIÓN.
Días más frescos
Entre diciembre y enero se espera el efecto indirecto de al menos uno o dos empujes fríos. Estos disturbios suelen ocasionar precipitaciones de débiles a moderadas que ingresan por el Caribe, a veces llegando hasta Turrialba, Cartago, San José y Heredia. También generan temperaturas bajas, lloviznas, así como ráfagas de viento en el Valle Central y Guanacaste.
Así las cosas, las condiciones ventosas serán más frecuentes, al igual que las temperaturas frescas, principalmente en las noches y primeras horas de la mañana, aunque el IMN prevé que noviembre y diciembre también cerraán con temperaturas por encima del promedio.
En Limón, San Carlos y Sarapiquí, los meses de fin e inicio de año suelen ser lluviosos. Sin embargo, el Caribe ha experimentado una fuerte sequía desde el año pasado, a la que recientemente se han sumado los cantones fronterizos con Nicaragua, los cantones costeros del Pacífico y los del oeste del Valle Central, debido al Fenómeno de El Niño, el cual alcanzará su máxima intensidad entre diciembre y febrero e incluso continuará percibiéndose al menos hasta abril del 2024.