Filadelfia, Carrillo. Un autobús con estudiantes excursionistas –en su mayoría con discapacidad– se salió ayer de la carretera al estallar una de las llantas delanteras, percance que dejó un saldo de 38 heridos.
La emergencia ocurrió ayer a eso de las 8:45 a. m. un kilómetro al oeste del cruce a playas del Coco, en Carrillo, Guanacaste.
El bus prestaba un servicio especial a los estudiantes del Colegio Técnico-Agropecuario de Nicoya. Ellos se dirigían a las aguas termales de Bagaces.
Según Jorge Viales, de la Cruz Roja de Liberia, los afectados fueron remitidos a las clínicas de Paso Tempisque y Filadelfia, así como al hospital de Liberia pues sufrieron diversos traumas.
Pese a los múltiples golpes sufridos por estudiantes y profesores, el chofer del autobús, Alexis Navarro (de 42 años), fue quien llevó la peor parte. Presentaba una herida profunda en la cabeza y las autoridades de socorro lo trasladaron en condición delicada al hospital Enrique Baltodano, en Liberia.
Paseo truncado. El grupo se dirigía al centro turístico Yoco, en Guayabo de Bagaces, según informó Rixi Obando, profesora de educación especial de ese colegio.
“Salimos de Nicoya con muchísima ilusión. Este era uno de los dos paseos que llevamos a cabo cada año. De pronto escuchamos un estruendo y vimos cómo el chofer perdió control del bus.
“Nos precipitamos en un predio; pasamos a pocos centímetros de un árbol. De haberlo golpeado, el desenlace hubiera sido peor”, expresó la educadora.
El accidente movilizó decenas de ambulancias de los comités (de la Cruz Roja) cercanos, además del equipo hidráulico del Cuerpo de Bomberos de Liberia.
“Acudimos pronto al accidente pues sabíamos que se trataba de jóvenes especiales. Nos centramos en aquellos a quienes, por su propia condición, se les dificultaba la salida. Los compañeros de la Cruz Roja asumieron la atención y traslado de los pacientes más delicados”, dijo el jefe de bomberos de Liberia, Allan Morón.
Médicos de las clínicas aledañas se desplazaron al sitio para brindar asistencia.
Los afectados, de acuerdo con la doctora Marlen Nodarcía –de la clínica de Sardinal–, tenían golpes en la cabeza y las piernas.
El autobús, alquilado especialmente para ese viaje, pertenece a la empresa que brinda el servicio de Nicoya a Sámara.