El exjugador de futbol Leoni Flores Reyes fue capturado ayer en la mañana como sospechoso de cobrar “mordidas” a conductores de vehículos a cambio de no multarlos por infringir la ley de tránsito.
El detenido cayó junto con 12 tráficos más en manos de agentes de la Sección Especializada de Tránsito, del Organismo de Investigación Judicial (OIJ).
Flores debutó con el Municipal de Puntarenas en 1983. En su carrera también militó con Saprissa, Limón, el Supra de Montreal (Canadá) y fue seleccionado nacional.
Los policías fueron capturados con su uniforme puesto mientras laboraban en las delegaciones de Nicoya, Limonal (Abangares) y Cañas, en Guanacaste.
Según la pesquisa, los tráficos actuaban individualmente y no como una banda organizada. Ellos cobraban montos entre ¢10.000 y ¢40.000, incluso sumas en dólares.
La investigación se inició desde marzo, con base en una serie de denuncias anónimas de conductores afectados.
Durante el operativo de ayer, que se inició desde las 7 a. m., uno de los policías, de apellido Saborío, se encontraba en una cita en la Clínica de Miramar de Montes de Oro, Puntarenas.
Cuando el OIJ llegó al centro médico para capturarlo, este se fugó a pie del lugar y dejó su vehículo personal en el sitio. Sin embargo, se entregó a la Fiscalía en horas de la tarde.
En la Delegación de Limonal fueron aprehendidos los policías de apellidos Flores, Bravo, Alvarado, Varela, Jiménez y Montes.
El OIJ detuvo, además, a cinco tráficos en la Delegación de Cañas, identificados con los apellidos Salazar, Moraga, López, Zamora y Segnini. Por otro lado, en Nicoya, se capturó al efectivo Saborío.
Los sospechosos fueron llevados hasta los Tribunales de Liberia, donde fiscales del Ministerio Público se encargaron de iniciar las indagaciones de los detenidos.
A la hora de cierre de edición, se desconocían las medidas cautelares que solicitaría la Fiscalía.
Casos. Desde que comenzaron las investigaciones, la Policía Judicial informó de que se sospecha de 27 casos en los cuales se pudo haber cometido el delito de concusión.
El artículo 348 del Código Penal establece una sanción de hasta ocho años de cárcel por ese delito.
“Se impondrá prisión de dos a ocho años al funcionario público que, abusando de su calidad o de sus funciones, obligare o indujere a alguien a dar o prometer indebidamente, para sí o para un tercero, un bien o un beneficio patrimonial”, señala.
El OIJ no descarta que existan otros conductores que hayan sido abordados por los oficiales de la misma manera. Por lo tanto, se podrían presentar más capturas de tráficos próximamente.
¿Cómo actuaban? Según indican las versiones de testigos, así como las vigilancias y seguimientos de los agentes del OIJ, los sospechosos se ubicaban en lugares donde hay doble raya amarilla sobre la carretera, precisamente, donde los conductores no deben adelantar a otros vehículos.
Los oficiales de Tránsito esperaban a que algún conductor realizara la maniobra prohibida para abordarlo y, en vez de multarlos como corresponde, cobraban sumas a choferes nacionales a partir de los ¢10.000 y hasta $80 a los choferes extranjeros.
En el caso de los foráneos, a muchos de ellos, presuntamente, los oficiales los amenazaron con quitarles el pasaporte.
En uno de los casos denunciados, se determinó que el conductor no tenía dinero y el oficial que lo abordó le pidió a cambio el teléfono celular.
Precisamente, durante las detenciones de ayer, uno de los oficiales portaba el mismo celular del chofer. El tráfico alegó que él lo recibió de un compañero de trabajo, con quien lo intercambió. Los agentes decomisaron el teléfono como parte de la evidencia.
En lo que va del año, la Sección Especializada de Tránsito del OIJ ha detenido, incluidos los 13 tráficos de ayer, a 41 oficiales tras denuncias de conductores.