Las autoridades de Estados Unidos han cerrado filas con las nacionales para castigar los delitos sexuales.
Prueba de ello es que pesquisas emprendidas aquí han tenido repercusiones en ese país.
Así ocurrió con el estadounidense Marcus Fox, quien habría recibido de su coterráneo Thomas Scott Cochran pornografía infantil producida en el país.
Fox ya fue presentado ante el Gran Jurado de California.
Scott, por su parte, fue condenado aquí a 154 años de cárcel por suministro de drogas a menores de edad, corrupción y relaciones sexuales remuneradas con menores.
“El imputado produce pornografía utilizando a personas menores de edad que reclutaba. Esa pornografía la envía a los Estados Unidos, donde un encargado suyo, Marcus Fox, se encarga de procesarla y distribuirla”, detalla la sentencia.
Delatado en EE. UU.
También fue procesado en Estados Unidos (por presuntos abusos contra un menor) un exmiembro del Cuerpo de Paz, de apellido Obert.
A él lo investiga la Corte del Distrito Norte de California por abusar de un joven puntarenense, de 14 años.
El estadounidense trabajó en un proyecto del Patronato Nacional de la Infancia (PANI) entre el 2001 y el 2003.
Junto con un grupo de norteamericanos participó en obras de bien social en barrios urbano-marginales.
A su regreso a Estados Unidos, un compañero contó detalles de un incidente que ocurrió el 5 de julio del 2003.
Con base en su testimonio, las autoridades judiciales le abrieron una causa. Ellas se ampararon en la legislación que castiga al ciudadano estadounidense que cometa actos sexuales contra la niñez en el exterior.
La fiscal Gómez confirmó que al país no solo vinieron autoridades a investigar el caso, sino que llevaron a la víctima a Estados Unidos a declarar.