El Ministerio Público acusó a un sacerdote de apellido Monge, quien era cura párroco de San Isidro de Heredia, como sospechoso del delito de abuso sexual en perjuicio de un monaguillo.
El hecho que se investiga ocurrió, presuntamente, en una vivienda de San Isidro durante el año 2009.
En este caso también figura como imputado otro hombre de apellido Castillo, de 32 años, como implicado en un delito similar.
Este segundo hecho habría ocurrido durante el año 2010 y, al parecer, fue cometido también en perjuicio del mismo menor, que ahora tiene 16 años y era un asiduo colaborador en los oficios religiosos de la parroquia.
La principal disposición es que tanto el sacerdote como el otro hombre deben abandonar el cantón de San Isidro de Heredia durante los próximos ocho días.
También se les prohibió a ambos reunirse con grupos sociales o religiosos de la comunidad. Tampoco pueden perturbar, o acercarse, a víctimas o testigos.
La jueza León también dictó un impedimento de salida del país para ambos y se les obliga a presentarse a firmar a un despacho judicial cada 15 días.
Asimismo, León ordenó tanto a los imputados como a la parte acusadora abstenerse de hablar sobre este asunto con la prensa hasta que concluya el proceso penal, según confirmó la oficina de prensa de la Corte.
Precisamente, fue hace un mes que el afectado se presentó al Ministerio Público, donde denunció los hechos.
Al parecer, el caso se había mantenido en silencio por temor de la familia del menor afectado.
Tanto el sacerdote Monge como Castillo fueron indagados en la Fiscalía de Heredia el jueves, y se les citó para ayer a una audiencia para ver la solicitud de medidas cautelares. La diligencia se realizó durante la mañana.
Precisó que la notificación del proceso penal la recibió el arzobispo el 8 de marzo, pero el asunto no ha sido conocido por monseñor Barrantes, pues durante esta semana estaba participando en una reunión de la Conferencia Episcopal. Agregó que será en los próximos días cuando Barrantes estudie el asunto.