La Fiscalía contra el Crimen Organizado confirmó la apertura de una pesquisa en contra de William Holbert –alias Wild Bill o Salvaje Bill – por un homicidio ocurrido en el 2006 en playa Negra, Puerto Viejo, al sur de la ciudad de Limón.
La investigación se ordenó una vez que, mediante unas huellas dactilares facilitadas por la Oficina Federal de Investigación (FBI) de Estados Unidos, el OIJ comprobó que los restos enterrados debajo de un planché correspondían al abogado Jeffrey Arlan Kline.
Esta persona, originaria de Wisconsin, Estados Unidos, ingresó a Costa Rica en el 2006, pero no existe registro de su salida. La embajada de ese país había solicitado al OIJ verificar la identidad de la víctima.
Voceros de la Fiscalía indicaron que el caso pasó a manos de Crimen Organizado dada la complejidad de la investigación.
Huella en Limón. El Ministerio Público prefirió no ahondar en las pesquisas, al igual que la Policía Judicial. Varios extranjeros –entre estos la pareja que compró la propiedad en la que yacían los restos, aparecidos el 5 de noviembre del 2007– aseguraron al periodista Don Winner, del diario digital Panama Guide , que Holbert y su compañera, Laura Michelle Reese, estuvieron en Puerto Viejo, Talamanca.
Los actuales dueños (una pareja de apellido Freconna) confirmaron que Wild Bill fue arrendatario de esa propiedad.
Además, indicaron que para aquella época se hacían llamar Big Bill y Michelle.
Pese a los hallazgos, es difícil que los sospechosos sean juzgados aquí. En Panamá, donde están detenidos, son investigados por la muerte de cinco extranjeros cuyas propiedades habrían tomado en posesión. Los restos de las víctimas aparecieron enterrados en una isla turística de Bocas del Toro.
Allá la pareja de extranjeros admitió al fiscal Ángel Calderón haber cometido los asesinatos.
Holbert es originario de Carolina del Norte, Estados Unidos.
El fiscal Calderón, de acuerdo con la agencia de noticias ACAN-EFE, dijo que Holbert confesó haber dado muerte a Cheryl Lynn Hughes y a Bo Icelar, así como a Mike Brown, su esposa y su hijo de 18 años. Los estadounidense residían o tenía negocios en la provincia panameña de Bocas del Toro.