"¡Atención comunidad! Buscamos talentos". Así dice uno de los afiches que pegaba un grupo de fotógrafos en comunidades humildes en el país para reclutar a muchachas menores de edad, abusar de ellas y producir pornografía que era vendida en Internet.
La mampara de esta organización, con tentáculos en el extranjero, es una agencia de modelos llamada VDM Models, que funciona en los alrededores de Plaza González Víquez, en San José.
Cinco integrantes de este grupo fueron detenidos este jueves por la mañana en siete allanamientos realizados por el Organismo de Investigación Judicial (OIJ).
Los dos presuntos cabecillas son un hombre de apellidos Núñez Romero, de 36 años, y otro apellidado Solano Corrales, de 41. El primero de ellos fue capturado en su casa, situada en Granadilla de Curridabat, mientras que al segundo lo detuvieron en San Rafael Abajo de Desamparados.
También fueron aprehendidos tres sospechosos de integrar la banda. Ellos responden a los apellidos Arroyo Vargas (23 años), Barrantes Carballo (36) y Prado Fernández (23). Sus capturas se dieron en La Aurora de Heredia, Alajuela centro y barrio La Cruz, en San José, respectivamente.
Wálter Espinoza Espinoza, director del OIJ, precisó que la banda operaba desde el 2009; sin embargo, la investigación empezó en el 2015, tras una denuncia de una madre de familia e información remitida por la Policía Internacional (Interpol). De momento, se tienen identificadas 26 víctimas con edades entre los 11 y 17 años.
El operativo en Costa Rica se llevó de manera simultánea con la Procuraduría General de la República de México, la cual también detuvo a cinco sujetos por formar parte de esta red. Se conoce que la página en la que se publicaba la pornografía infantil se administraba desde dicho país y tenía sus servidores en Alemania.
Engaños y amenazas
Según explicó Espinoza, los sujetos reclutaban a las víctimas a través de redes sociales o afiches. Ellos realizaban una audición, donde las menores llegaban con sus madres.
Posteriormente, las mamás firmaban un contrato con la agencia y a cambio la organización les cobraba por hacer un book, o catálogo de fotos.
Si algunas de las menores les llamaban la atención, las citaban a una sesión de fotos, las llevaban a una sala aparte y dejaban a las mamás esperando en otra. Cuando estaban a solas, les pedían que se desnudaran, las grababan y abusaban de ellas. Si se negaban, les decían que iban a matar a sus madres, detalló el jerarca del OIJ.
Posteriormente, los videos eran subidos a Internet y luego los usuarios con acceso a la página podían descargarlos, previo pago con tarjetas de crédito con bitcoines (moneda virtual) en la web profunda.
Esta web profunda es parte de Internet y se accede a ella a través de un navegador especial, que se descarga en el computador del interesado. Aquí, las restricciones de seguridad son distintas, lo que protege a sus usuarios frente al rastreo tradicional de información.
"Este grupo realizaba videos y fotografías manteniendo relaciones sexuales y eso lo lograban mediante amenaza, luego lo subían a la red normal y la web profunda. Los usuarios debían pagar membresía y para bajar videos pagaban sumas entre los $500 y $5.000", manifestó Espinoza.
El material pornográfico infantil era adquirido en Oceanía, Sudamérica, Europa, Asia y Estados Unidos. Solo desde Costa Rica no se podía acceder a la página.
En algunos casos, los ataques sexuales y las grabaciones se dieron en más de una ocasión con una sola víctima, e incluso ya las citaban sin la compañía de su madre. Los actos se cometían en moteles, hoteles o las casas de los imputados.
"La parte financiera se manejaba en México. Aquí en Costa Rica obtenía dinero una vez que se hacían las ventas. Incluso logramos establacer que hubo flujos de dinero por vías normales de México a Costa Rica, dirigido a los sujetos que estamos investigando", enfatizó Espinoza.
Contrato establecía desnudos
El fiscal general de la República, Jorge Chavarría Guzmán, confirmó que los contratos que firmaban los responsables de las víctimas incluían una cláusula que decía, en letra pequeña, que se autorizaban fotos desnudas; no obstante, él cree que los padres no tenían conocimiento.
"Era un contrato de modelaje y sí tenía una claúsula donde el padre autorizaba a hacer tomas desnudas, solo que me parece que la gente no lo leía bien. De todas maneras, lo del desnudo es totalmente ilegal", dijo el fiscal.
Chavarría hizo un llamado a los padres de familia para que tengan cuidado con este tipo de agencias de modelaje y también pidió que los papás de otras víctimas se acerquen a denunciar si sus hijas tuvieron sesiones fotográficas con los hombres detenidos.
"Yo quisiera hacer un llamado a aquellas personas que hayan tenido relación con esta organización, aquellos padres que hayan llevado a sus niñas a esta red. Es importante que se acerquen al OIJ para tomarles declaración e iniciar el proceso.
"Quiero darle una voz de alerta a los padres, no debe haber tanta confianza al someter a las menores en este tipo de agencia y sobre todo no dejarlas solas. Ellos empiezan a manejar a las niñas alejadas de los padres y por esa ruta terminan abusando de ellas", expresó Chavarría.
La Fiscalía comunicó que pedirá un año de prisión preventiva para Núñez y Solano. La medida cautelar que se solicitará para los otros tres imputados se determinará después de que sean interrogados.