Algunos sectores de Guanacaste recibieron en solo 13 días el 83% de la lluvia que suele caer en todo un año. Lo anterior explica los estragos causados por el temporal más intenso que ha registrado esa provincia en los últimos 27 años y que oficialmente ya llegó a su fin.
Daniel Poleo, coordinador del Departamento de Desarrollo del Instituto Meteorológico Nacional (IMN), indicó que los 1.240 litros por metro cuadrado (mm) caídos en esa región en lo que va de este mes se aproximan a su promedio anual de 1.500 mm.
Poleo destacó que la cantidad de lluvia ha sido impresionante y que este noviembre se constituye como el mes más lluvioso del año en las regiones del Pacífico y el Valle Central.
Según la estación del IMN en San José, este noviembre ha sido el segundo más lluvioso en 136 años en ese sector con un acumulado de 374 mm a falta de 13 días para que acabe el mes. El dato solo es superado por los 414 mm de 1938, año en que se empezó a llevar registros.
Por otra parte, el Instituto previó este lunes un retorno gradual a las condiciones típicas de la época. De hecho, se espera que las lluvias vespertinas continúen hasta el jueves, para que luego inicie un periodo de transición hacia días ventosos y fríos.
Ante la mejora en las condiciones del clima, la Comisión Nacional de Emergencias (CNE) redujo, la mañana de este lunes, la alerta roja decretada en la vertiente del Pacífico a alerta naranja. Todavía hay riesgo de que puedan haber afectaciones por lluvias.
En el Valle Central y la zona norte también se redujo el nivel de alerta de naranja a amarilla, mientras que en el Caribe sur prevalece el nivel más bajo que es la alerta verde.
Alejandro Picado, presidente de la CNE, comentó que los suelos siguen saturados y que se requerirán de, al menos, dos semanas con mañanas soleadas y un aumento de los vientos para que se evapore parte del agua acumulada en las cuencas afectadas por el temporal.
Efectos de tormenta Sara se desvanecen
En cuanto a la tormenta tropical Sara, que afectó al país de forma indirecta, solo quedan remanentes.
Dicho ciclón se disipó después de tocar tierra el fin de semana en Belice y abandonó Centroamérica este lunes para terminar de desvanecerse en el Golfo de México, por lo que el IMN señaló que la influencia de este sistema sobre nuestro país ya terminó.
Por ahora, no se prevé ningún otro disturbio con lluvias extremas en lo que resta del año, manifestó Daniel Poleo.
No obstante, las autoridades piden a la población no bajar la guardia, pues todavía hay muchas zonas propensas a deslizamientos, así como árboles con raíces inestables que pueden caer debido a la saturación de suelos.
La CNE y otras instituciones estatales continúan trabajando en las regiones afectadas para evaluar daños y atender a los damnificados. La mayoría de los afectados permanecen en albergues, a la espera de que los comités locales determinen si es seguro regresar a sus viviendas.
Lluvias en la tarde y noche
Este lunes, la atmósfera se mantiene húmeda sobre Costa Rica, lo cual aunado a las cálidas temperaturas de la mañana y el ingreso de brisas marinas favorece desarrollos nubosos y lluvias, principalmente por la tarde y primeras horas de la noche.
Se prevén aguaceros aislados con tormenta eléctrica en los sectores montañosos de San Carlos, Valle Central y Pacífico, los cuales gradualmente se extenderán hacia las partes bajas. En el Caribe, hay probabilidad de aguaceros con tormenta eléctrica en las partes altas.
Según Rebeca Morera, meteoróloga del IMN, la saturación de suelos especialmente en la península de Nicoya y el Pacífico sur; así como en las cuencas colindantes al lago Arenal, Upala y Sarapiquí generan alta vulnerabilidad a inundaciones o deslizamientos.