Buenos Aires, Puntarenas. Un hombre, quien aparentemente sufre problemas mentales, descuartizó a su madre con un machete y escondió los restos cerca de su casa, en La Puna, en este cantón de la zona sur.
La víctima, Catalina Delgado Delgado -de 62 años-, poseía una finca de 74 hectáreas donde vivía su hijo José Alberto Vargas (37 años) y el homicida.
La señora residía desde hace varios años en Seattle, estado norteamericano de Washington, pero el sábado llegó para estar con ellos durante un mes.
A La Puna viajó el domingo. Ese día participó en un culto evangélico con el sospechoso, quien hace mes y medio dejó de tomar un tratamiento psiquiátrico con el que controlaba su carácter, dijeron familiares. Agregaron que padece un trastorno de personalidad que lo tornaba en una persona muy violenta.
Solos. El domingo, Catalina Delgado estuvo en la vivienda a solas con el homicida, también de apellido Delgado. Su otro hijo se quedó en otra casa con una pariente.
Por eso no hubo testigos del ataque, pues la vivienda más cercana dista a varios kilómetros.
La mañana de ayer, el atacante fue a la casa de su hermana Gerardina Delgado, a unos cuatro kilómetros de la finca.
Pedro Castrillo, yerno de la víctima, notó que tenía los ojos vidriosos y que sudaba, pero se sintió aún más inquieto al notar manchas de sangre en la ropa.
Al agarrarlo, el sujeto lo golpeó con la cadena de un perro. Castrillo y otros vecinos lo amarraron y lo condujeron al Ebais de Colorado, a unos 12 kilómetros, donde usualmente lo han atendido.
"Mientras tanto, le dije a Gerardina que fuera a ver cómo estaba su mamá", relató el testigo.
Juan Aráuz, un vecino, la acompañó. Encontraron la puerta de la casa abierta, pero de la señora no había rastros.
Un montículo de madera y bagazo de caña llamó su atención. "Al levantar la basura me impresionó ver pedazos del cuerpo. Gerardina se puso muy mal.
"Lloraba y llamaba a su mamá. Esto me dejó completamente asustado", indicó Aráuz.
Entre los restos, las autoridades encontraron un pantalón, una chancleta y una prenda íntima.
La Policía también halló un machete en las cercanías. El hijo quedó detenido en la sede de la Fuerza Pública en la ciudad de Buenos Aires.
"Nos lo entregaron unos familiares. Estaba bastante agresivo", declaró Rodrigo Araya, jefe regional de la Policía.
Luchadora. Catalina Delgado trabajó para La Nación como miscelánea entre 1979 y 1995.
Ese año se pensionó por un problema en la cadera. Era madre de cuatro hijos.
Hace unos tres años alquiló su casa en la urbanización Santa Catalina, San Francisco de Heredia, para irse a vivir a Estados Unidos con su hija María Isabel Vargas Delgado, de 38 años.
En aquel país se dedicó a cuidar niños y con el dinero ahorrado compró la propiedad.