Santiago de Puriscal. El fuego que consumió el viernes en la madrugada un hotel en esta ciudad y provocó la muerte de cinco hombres se inició en una habitación que se encontraba desocupada.
El dato lo suministró ayer el director del Cuerpo de Bomberos, Héctor Chaves León, quien agregó que el cuarto estaba recién pintado y solo tenía un ventilador.
Agregó que de ese aposento, además, se recogieron el apagador, tomacorrientes y cables eléctricos.
Chaves dijo que, aunque todo hace presumir que el fuego lo causó el ventilador, serán los análisis que se hagan en un laboratorio los que lo confirmen.
“Es muy normal que en una habitación desocupada quede un ventilador encendido durante varios días y eso genera un sobrecalentamiento. Ya nos ha pasado en oficinas estatales que dejan ventiladores encendidos que causan fuego”, comentó Chaves.
Para los Bomberos, esto descartaría cualquier posibilidad de mano criminal y confirma que el incendio fue accidental.
El percance en el hotel Las Águilas se produjo el viernes a la 1:25 a. m. El siniestro consumió dos tiendas, un negocio de videos y una clínica dental. Además, dañó las instalaciones de Mutual Alajuela.
Víctimas. Los fallecidos fueron Alberto Quesada Quirós, de 52 años, quien trabajaba como taxista informal; y Orlando Aguilar Borbón, de 61 años, comerciante y administrador del bar Centro de Amigos.
Se suma a ellos Rodolfo Vindas Mena, de 57 años, comerciante de elotes. Sobre las otras dos víctimas, se cree que se trata de Omar Fernández León y Édgar Fernández, ambos de 70 años.
Además, dos huéspedes, Alejandro Gutiérrez Espinoza, de 45 años, y Eduardo Rojas, de 30 años, sufrieron quemaduras y están en el Hospital San Juan de Dios.
Familiares de Quesada, Vindas y Aguilar esperaban que anoche u hoy en la mañana la Medicatura Forense les entregara los cuerpos para darles sepultura, previa ceremonia a la 11 a. m., posiblemente en el templo católico de la ciudad.
Varios vecinos dijeron que seguramente hoy harán una vigilia frente al destruido hotel en un acto de solidaridad con las familias de las personas fallecidas.
Precisamente, ayer se presentó en el sitio Ángel Ortega, dueño de la tienda La Vaca, quien estimó los daños en poco más de ¢50 millones. El empresario dijo que el negocio en Puriscal no tenía seguro y que espera reponer las pérdidas con las ventas que generan otras tiendas que tiene en ciudades como Heredia y Alajuela.