El derrame de combustible desde un camión cisterna fue la causa de un gigantesco incendio que destruyó una propiedad de unos 600 metros cuadrados en Limón y expuso el robo de hidrocarburos en la provincia.
Fuentes policiales sostienen que esta emergencia fue provocada por una organización dedicada a la sustracción de combustibles, muchos de ellos para el abastecimiento del narcotráfico. Se desconoce si hubo un accidente a la hora de cargar el cisterna y eso originó la emergencia.
Además de la edificación, se quemaron siete vehículos livianos, dos cabezales, un furgón, cuatro cureñas (carretas para tráileres) y la cisterna. Un hombre de unos 30 años, aún no identificado, sufrió quemaduras en el 60% de su cuerpo y fue trasladado grave al Hospital Tony Facio y de ahí a un centro médico en la capital. Otro hombre, de la misma edad, requirió atención médica por un trauma cerrado en una extremidad.
Juan Manuel Quesada, presidente ejecutivo de la Refinadora Costarricense de Petróleo (Recope) lamentó lo ocurrido, pues es la antesala de emergencias peores que han ocurrido en otros países, donde gente inocente muere producto de la sustracción de los carburantes.
“El robo de combustible no se trata de un tema económico, sino que estos delincuentes nos están robando la paz a los costarricenses porque ponen en peligro la vida de muchísimas personas inocentes”, agregó el jerarca, quien lanzó una excitativa para que la población denuncie el robo a la línea gratuita y anónima 1002.
La Central de Control y Monitoreo de los Bomberos informó que la emergencia se reportó a las 5:23 a.m. en un terreno de 2.000 metros cuadrados en Río Blanco de Liverpool, en Limón, frente al bar El Pegadero.
Mauricio Montero, jefe del batallón de Bomberos en Limón precisó que se atendió fuego en una estructura de 870 metros cuadrados, pero gracias al trabajo lograron salvar un 30% del área de construcción, y evitar que las llamas se pasaran a otras dos propiedades aledañas de unos 700 metros cuadrados en total.
Según indicó, el cisterna tenía capacidad para 28.000 litros de combustibles y el derrame alcanzó una fuente de ignición que provocó toda la emergencia, que fue controlada a las 7:08 a. m.
Santiago Soñarte, un vecino de la comunidad, manifestó que fue algo sorprendente lo que se vivió al amanecer, pues solo se escuchaban explosiones por todas partes y se veía el enorme hongo de fuego y humo negro.
Esteban Obando, jefe de la delegación del Organismo de Investigación Judicial en Limón confirmó que se abrió una causa por daños y eventual almacenamiento de combustible. Empero, están a la espera del informe de las primeras autoridades que llegaron al sitio.
La de este miércoles no es la primera emergencia de esta semana asociada con robo al poliducto en la provincia. Este lunes los usuarios de la ruta 32, a su paso por la Agencia Dos Pinos, en Limón, descubrieron una laguna de color verde fosforescente y con un olor penetrante por un derrame de diésel.
El daño se localizó en un predio 7 kilómetros al oeste del centro de Limón, en el sentido Limón - San José y trascendió a eso de las 6 a. m, cuando ingresó de turno uno de los guardas de seguridad de la Refinadora.
Robos constantes de combustible
De acuerdo con las estadísticas de la Refinadora, la entidad pierde al año, en promedio, ¢2.000 millones por robo de diferentes carburantes. Solo este año, la entidad ha intervenido 130 tomas ilegales, el equivalente a una toma clandestina cada dos días. De mantenerse esta tendencia, es posible que este año se sobrepasen las 156 tomas ilegales contabilizadas en todo el 2022.
El diésel y la gasolina de avión figuran entre los combustibles más apetecidos. La última porque se utilizaría en las avionetas de grupos dedicados al narcotráfico.
Las bandas criminales han desarrollado múltiples estrategias para sustraer los hidrocarburos, desde tomas artesanales hasta válvulas sofisticadas, túneles y bodegas para encubrir la sustracción. Incluso saben a qué hora pasa cada tipo de combustible por el oleoducto.
Pese a lo peligroso del proceso, en Costa Rica, afortunadamente, no han ocurrido accidentes graves con pérdidas humanas. Empero, existen casos en América Latina que advierten de los potenciales riesgos. Por ejemplo, el 18 de enero del 2019 una toma ilegal en un oleoducto en Tlahuelilpan, en Hidalgo, México, provocó una enorme explosión y la muerte de 137 personas.
“Debido a la fuerte presión del hidrocarburo y al poco conocimiento técnico en la manipulación de esas tuberías, rápidamente se salió de control y el liquido comenzó a brotar masivamente elevándose varios metros”. Luego de ello, la acumulación del hidrocarburo en la superficie y su saturación en el ambiente ocasionaron la explosión mortal, explicó el Centro Nacional de Prevención de Desastres de aquel país.
En Costa Rica, la extracción ilegal de carburantes se pena hasta con 15 años de prisión. Esta sanción es igual a la que impone el artículo 213 del Código Penal para el delito de robo agravado.
Colaboró en esta información Raúl Cascante, corresponsal GN.