Ríos Garro, el hombre de 55 años sospechoso de asesinar a su pareja Fernanda Sánchez y a su hija Raisha Ríos el 30 de julio del 2020, habría llevado a su casa a un sobrino de Fernanda para ayudarle a cometer el crimen ocurrido en San Pablo de León Cortés.
El joven, que al momento de los hechos tenía 17 años, fue juzgado y absuelto por la vía Penal Juvenil en el 2022, y luego fue entrevistado por el agente del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), Randy Ramírez Coto, quien este jueves detalló las declaraciones del muchacho ante el Tribunal Penal de Cartago, donde se lleva el juicio contra Ríos.
Ramírez relató que el adolescente en su momento admiraba a Ríos y quería que le enseñara sobre construcción, aunque también había presenciado violencia doméstica de él contra Fernanda.
Ríos habría llevado a su sobrino político a su casa porque quería “pegarle un susto” a su tía Fernanda, por lo que él lo tomó como una broma. “Habían quedado de verse cerca de la finca (donde vivía Ríos con Fernanda), no recuerda la hora, lo esperó y Ríos llegó por la montaña a pie, no venía sobre caminos principales, y le dijo: ‘a lo que vinimos’, el joven se sintió incómodo con eso, sintió feo”, dijo el investigador.
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Bajaron la montaña y rodearon la casa por el lado izquierdo. El muchacho se quedó en la esquina de una galera y su tío político avanzó hacia la puerta de la casa que salía a dicha galera, con un objeto en sus manos, sin identificar el menor qué era. El hombre hizo un movimiento brusco.
“Se escucha un golpe, hubo un silencio y refiere que se oye un grito: ‘papi, no’. Pasado un lapso breve, él sintió un escalofrío, Ríos salió por la puerta, por donde salía la sangre, y le dice que le ayude a llevar esos cuerpos, le dice que le alcance un carretillo que estaba en la cochera”, contó el agente.
Cuando lanzaron los dos cuerpos al barranco, donde Ríos lanzaba basura y escombros de construcción, a unos 250 metros de la casa, regresaron a la vivienda y había mucha ropa amontonada, lo que le pareció extraño al adolescente.
“Ríos le dijo ‘tome lo que quiera’, puso un celular en la mesa, él lo tomó y de inmediato le dice que le prendiera fuego a la casa, le dio unos fósforos, cuando él acercó el fósforo a la ropa, se incendió inmediatamente”, señaló Ramírez.
Ríos se fue del lugar, mientras el joven se sentó sobre unas tucas reflexionando sobre lo sucedido y lamentando que nada pudo hacer. Luego bajó al centro de San Pablo.
Posible móvil
Ramírez afirmó que para el OIJ, el móvil del femicidio de Fernanda es que Ríos quería empezar una relación con una adolescente de 15 años, amiga de Raisha, e hija de una amiga de él. Esta mujer incluso declaró al OIJ que él le dijo que “el problema acaba el 30 de julio”.
El día del crimen, al parecer Ríos pensaba que Raisha estaba en un almuerzo, pero ella al escuchar los golpes salió del baño y fue asesinada tras presenciar el crimen de su madre. Después, él mismo llamó al 9-1-1 para alertar sobre el fuego en su casa, y también habría guiado a los policías de Fuerza Pública a los cuerpos de sus víctimas, afirmando que Fernanda “seguramente se jaló una torta”, al matar a su hija y suicidarse luego, agregó el agente en su declaración.
Según el Ministerio Público, la relación entre Fernanda y Ríos se inició cuando él tenía 35 años y ella, apenas 15. Durante un periodo, Fernanda vivió en situación de calle y consumió drogas, pero su vida dio un giro al quedar embarazada de su hija Raisha.
El juicio continuará la mañana de este lunes con más declaraciones del investigador judicial.