Jorge Alberto Angulo Solano, propietario de la cadena de gimnasios “George Angulo Fitness”, contó este lunes a Telenoticias la historia de su secuestro, producto del cual pasó más de 48 horas privado de libertad, del miércoles al viernes de la semana anterior, por un aparente grupo de crimen organizado. El empresario de 45 años relató los momentos de angustia que pasó desde el día que fue capturado hasta el pago de su liberación.
Angulo mencionó que empezó su negocio hace casi 13 años en San Francisco de Dos Ríos y que el pasado miércoles se dirigía en carro a uno de sus gimnasios ubicado en San Pedro de Montes de Oca, cuando fue detenido por 11 hombres vestidos con ropa del Organismo de Investigación Judicial (OIJ). Dijo que cuando se bajó de su vehículo, pasadas las 8 a. m., los delincuentes se lanzaron de un carro gris grande y lo interceptaron.
Comentó que primero lo agarraron entre seis hombres que iban fuertemente armados y que portaban camisas, chalecos y gorras del OIJ, quienes le indicaron que estaba detenido y comenzaron a pelear con él para meterlo en un vehículo. Destacó que un minuto después llegaron otros cinco hombres en un segundo carro y que por la adrenalina y supervivencia se enfrentó contra ellos sin importar que tuvieran armas de grueso calibre.
“Me agarraron casi entre todos y me metieron. Me salí por una puerta, pero uno me agarró de la pierna izquierda, entonces se vinieron como ocho y me pusieron un arma en la cabeza, otra en el pecho y otra por las piernas”, dijo el empresario al noticiero, al destacar que nunca pensó que lo fueran a matar en ese momento.
Agregó que todos los criminales iban encapuchados, por lo que no pudo ver ningún rostro, y que los acentos eran de personas costarricenses. También que le pusieron una capucha en la cabeza y esposas en las muñecas, luego lo agacharon y lo recostaron en las piernas de uno de los delincuentes. Añadió que le pusieron dos armas en la cabeza y le dijeron: “si usted se mueve lo matamos, calmadito, calmado o sino lo matamos”.
Relató que duró entre una hora y media a dos horas montado en el carro, pero como no podía ver nada perdió la noción de dónde lo llevaron, y que luego lo metieron a un lugar donde lo tenían vigilado y no veía nada porque siempre tuvo la capucha, por lo que hasta ir al baño se le dificultaba. Dijo que las autoridades no le permiten decir el monto que pagó por su rescate y que tienen todos los videos donde quedó grabado el hecho.
“Los secuestradores me dijeron ‘si usted se porta bien y su familia colabora, a usted no le pasa nada’ y entonces empezaron ‘usted tiene tanto dinero, nosotros sabemos que usted maneja tanto dinero o tantas cosas’, entonces yo les decía ‘no es así, nosotros los empresarios tenemos deudas, tenemos cargas sociales que tenemos que pagar, impuestos, no todo lo que usted ve es de uno, parte de esos locales son alquilados y hay otros socios, no es que toda la plata que usted ve en el gimnasio se gana y es de uno’, porque ellos creen que la persona porque tiene un bonito carro tiene un montón de plata, ese es el conocimiento de ellos”, contó.
No le debo nada a nadie
Angulo subrayó que las esposas que le pusieron le apretaron la mano derecha tan fuerte que incluso se le estaba poniendo negra, por lo que fue tanta la desesperación que les pidió un metabo para cortarlas y les dijo que no le importaba si lo cortaban o quemaban, ya que solo quería quitárselas. Agregó que él no tiene conflicto con nadie y no le debe nada a nadie, por lo que cuando llegaron vestidos del OIJ él empezó a luchar.
“Hacer esto público es para darle un llamado al presidente Rodrigo Chaves y al ministro de Seguridad, y a la Asamblea Legislativa que es la que pone todo el presupuesto al Poder Judicial. No le pueden quitar ustedes al Poder Judicial presupuesto, más bien tienen que incrementar la Policía y al OIJ darle mejores recursos, porque son los únicos que nos están cuidando”, argumentó el empresario sobre el motivo de contar su historia.
Concluyó que los secuestradores le pidieron el dinero de su rescate en monedas virtuales y que como él no sabía qué era eso su familia consiguió alguien que les ayudara con el método de pago. Dijo que cuando se realizó el depósito para su liberación, la noche del viernes, los delincuentes lo montaron a un carro por dos horas y lo llevaron hasta Río Frío de Sarapiquí, pero que no sabe qué tan lejos de allí lo tenían retenido.
Angulo relató que cuando llegaron al punto de liberación lo bajaron del carro, lo metieron a un charral, le dijeron que se hincara y que contara 15 minutos para levantarse, y que luego se puso de pie y caminó 120 metros hasta una calle principal y llegó donde un guarda que le prestó el celular para llamar a su familia. Al final lo fueron a recoger agentes del OIJ que lo llevaron hasta encontrarse con su familiares en San José.