Un total de 21 individuos, detenidos por el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) este lunes, como sospechosos de participar en la organización de Alejandro Arias Monge, conocido con el alias de Diablo, enfrentarán la audiencia de medidas cautelares en San José.
El proceso contra este grupo se sigue bajo la nueva Jurisdicción Especializada en Delincuencia Organizada (JEDO). Esta jurisdicción tiene competencias en la investigación y juzgamiento de los delitos graves cometidos por mayores de edad en todos los hechos que se puedan catalogar como delincuencia organizada, como tráfico de drogas o lavado de activos.
Dentro de los presuntos implicados figuran la pareja de Diablo, de apellidos Jiménez Villalobos, de 29 años, y su hermana, Marín Jiménez, de 42 años; así como la hermana del cabecilla, quien aparentemente trabaja como enfermera para la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).
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A la organización de Diablo, afincada en el Caribe costarricense, la vinculan con tráfico de estupefacientes, legitimación de capitales, homicidios y robo de ganado, entre otros delitos.
De acuerdo con las investigaciones, los allegados a Arias Monge legitimaban capitales mediante la compra y venta de ganado, así como la adquisición de fincas, vehículos de alta gama y diversos establecimientos comerciales como farmacias, supermercados, bares, sodas y venta de lotería clandestina.
Las audiencias contra este tipo de organizaciones implican un enorme despliegue de guardias internos de los edificios del Poder Judicial, así como agentes del OIJ, para garantizar la seguridad en la sala y en el perímetro. De momento, está previsto que la audiencia empiece este miércoles en el Primer Circuito Judicial, en San José, según informó la Fiscalía.
Les siguen los rastros
Desde hace un mes, las autoridades del OIJ, en coordinación con el Ministerio Público de Pococí, han realizado trabajos para golpear la estructura de Diablo.
A inicios de noviembre, al menos 200 agentes del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), provenientes de diversos puntos del país, desarrollaron 48 allanamientos simultáneos en puntos de venta de lotería clandestina en Guácimo y Pococí, en Limón.
Randall Zúñiga, director de la Policía Judicial, expresó en ese momento que con estas intervenciones pretenden corroborar si existe una correlación entre grupos organizados de criminalidad en la zona y la venta de lotería clandestina.
Precisamente, La Fiscalía Adjunta de Pococí indicó que la banda de alias Diablo, sería una de las tres organizaciones que están detrás de los múltiples puntos de venta clandestinos que fueron objeto de esa intervención policial.
En esos allanamientos, las autoridades detuvieron a 33 personas en los puestos de lotería; sin embargo, todos ellos quedaron en libertad.
Tras allanar los puestos de lotería, un mes después, los agentes desplegaron la operación Redención, en la que intervinieron fincas y viviendas en diversas localidades, para incautarse de cientos de reses y 30 vehículos de lujo utilizados por la estructura criminal. Algunos de estos últimos con blindaje.
Las propiedades allanadas están ubicadas en Santa Rosa, Colorado, Ticabán, La Rita, Pococí, Roxana y Barra del Colorado en Limón; El Tanque y La Fortuna de San Carlos en Alajuela; Coronado y Montes de Oca en San José; y Sarapiquí en Heredia.
En dichas propiedades, el OIJ decomisó tres revólveres, dos carabinas, seis vehículos, dos motocicletas, ganado, ¢7,2 millones y $504 pertenecientes al grupo criminal.
Desde el 2019 Diablo está en fuga y se le considera uno de los delincuentes más buscados del país. Tras la operación Redención, también están en fuga, su papá, de apellidos Arias Azofeifa, y cinco sujetos más de apellidos Portuguez Ferreto, Jiménez Zúñiga, Murillo Cano, Brenes Jácamo y Gutiérrez Cisneros.