La abuela de Yerelin Guzmán Calvo, de 11 años, desaparecida desde el 11 de julio del 2014, dijo que, desde febrero del año anterior, advirtió a los papás de la menor sobre posibles abusos.
La declaración la hizo María de los Ángeles Bolaños Benavides durante la audiencia de este martes en la tarde, en un juicio que se sigue en los Tribunales de Heredia contra Alejandro Guzmán Argüello, sospechoso de la sustracción de la niña.
En este proceso, la Fiscalía también le atribuye cinco delitos de abuso sexual contra Yerelin, así como contra dos hermanos de ella, de 8 y 11 años.
Bolaños explicó que su observación la hizo cuando, una vez, a finales de febrero y estando en la casa de su hija Hellen Calvo Bolaños y su yerno Jorge Guzmán Benavides, oyó “cosas que no le gustaron”. “Escuché como una vocecita baja de Yerelin, afuera de la casa”, relató.
La testigo dijo que, al oír a la menor, preguntó por ella y como no estaba en la casa, la llamó y fue cuando la niña apareció por un callejón aledaño a la humilde vivienda.
“Salió con Capu (Alejandro Guzmán) y Yerelin llegó a la puerta y Capu salió y se fue”, manifestó. Después de eso, agregó, les dijo a los padres de la menor que no le gustaba que Guzmán llegara a la casa.
María de los Ángeles Bolaños recordó que su advertencia produjo un conflicto familiar y desde entonces, no volvió a visitar a su hija Hellen, hasta el 11 de julio, cuando se perdió Yerelin.
Hechos relacionados. La abuela de la niña contó que, en una ocasión, Yerelin le dijo que tenía quemados los genitales, por lo cual le puso crema.
“Yo le pregunté que si alguien le había hecho algo, pero ella me dijo que no”. Contó que la niña le volvió la cara y se durmió.
También narró que en los últimos meses, Yerelin cambió mucho, pues al principio, cuando seveían, la menor se le tiraba encima, pero luego se hizo muy callada y tranquila.
Asimismo, mencionó a los jueces que a su hija Hellen, la recogió cuando tenía tres meses y que padece de un “pequeño retardo mental”. “Espero que ella me perdone por lo que estoy diciendo, pero es para que todos entiendan, por qué se comporta así”, dijo.
Poco antes de concluir su relato, le dijo a Alejandro Guzmán: “Dios tal vez le toque el corazón, que por favor me diga dónde está mi chiquita (...). Los hermanos de ella esperan que este juicio sirva para que diga dónde está”.