Un accidente de tránsito que sufrió un imputado impidió que este martes iniciara un juicio en que se iba a juzgar a dos personas por torturar a una niña de cuatro años.
El incidente se presentó en el Tribunal de Juicio de Pérez Zeledón, en la mañana, cuando los jueces recibieron la información de que un implicado de apellidos Zúñiga Jiménez había sufrido una percance vial, mientras viajaba en una vehículo hacía San Isidro del General, lo cual ameritó su traslado al Hospital Escalante Pradilla.
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Los miembros del tribunal, Mauren Castillo Vargas, José Luis Cambronero Delgado y Carlos Adolfo Calderón Bogantes, al conocer la noticia, pospusieron el arranque del debate y solicitaron a un médico forense que se trasladara al centro médico para verificar la gravedad de las lesiones que sufrió Zúñiga, tío de la víctima.
En la tarde, aunque el imputado se presentó a la sala del debates, se recibió el informe médico que detalló que el hombre tenía lesiones en la rodilla izquierda y que debía ser valorado en el Hospital del Trauma del Instituto Nacional de Seguros (INS). Eso le impedía estar presente en la audiencia.
Debido al inconveniente, los jueces reprogramaron el juicio para los días 12, 13, 14 de noviembre próximo. Al mismo tiempo advirtieron a los imputados Zúñiga Jiménez y su madre de apellidos Jiménez Alvarado, que siguen con las mismas medidas cautelares hasta esa fecha y que en caso de incumplirlas se les podrían revocar y dictarles prisión preventiva.
El caso de tortura que se juzgará se descubrió durante el 2017 y ocurrió en la comunidad de Ojo de Agua de San Isidro de El General, Pérez Zeledón.
La denuncia inicial daba cuenta de que una niña de cuatro años recibía golpes, tenía quemaduras de cigarros en el vientre y era obligada a comer jabón.
Como sospechosos de los hechos se detuvo a la madre, la abuela y a un tío de la niña. La reacción policial se produjo porque la víctima relató que los tres la agredían porque la hacían dormir en un entrepiso y la golpeaban con pedazos de manguera.
Debido a las agresiones, la menor tenía un alto grado de desnutrición y su nariz estaba fracturada. Actualmente, esta al cuido de una familia independiente.
La madre de la menor, que es de apellidos Zúñiga Jiménez, se libró de este juicio pues se le declaró inimputable pues padece de problemas mentales. Ella, sin embargo, será juzgada aparte y podría recibir como sanción el internamiento en un centro de atención mental.
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