Entre la noche del jueves y la mañana de este viernes ocurrieron cuatro balaceras por aparentes ajustes de cuentas en las que tres jóvenes perdieron la vida y otros dos resultaron gravemente heridos.
La primera sucedió a 300 metros de playa Iguanita, en Nacascolo de Liberia, Guanacaste, donde apareció el cuerpo de José Adrián Vado Correa, de 18 años. El cadáver fue encontrado a las 6:30 p. m. en una finca privada y presentaba al menos tres impactos de bala en la cabeza.
De acuerdo con la página del Tribunal Supremo de Elecciones (TSE), Vado había cumplido la mayoría de edad hace apenas cuatro meses, residía en la comunidad de Guardia, estaba soltero y era padre de un bebé de 11 meses de edad.
Menos de tres horas después, a las 9 p. m. en Llanos de Santa Lucía de Paraíso, Cartago, ocurrió otro tiroteo en el que unos gatilleros dispararon desde un vehículo en movimiento hacia una casa de habitación que quedaba al lado de una estructura tipo búnker.
Dos sujetos de apellidos Vargas y Mora resultaron heridos en sus extremidades inferiores y fueron trasladados de emergencia al hospital. Sin embargo, cuando fueron abordados por agentes judiciales en el centro médico, no quisieron interponer una denuncia por los hechos.
El Organismo de Investigación Judicial (OIJ) dijo que recolectó varios indicios balísticos en el sitio donde tuvo lugar la balacera, pero rescató que el caso camina lento porque las víctimas no quieren colaborar con las autoridades.
Dos horas después de este altercado, cerca de las 11:20 p. m. en San Sebastián de San José, otro joven de unos 25 años (aún sin identificar) fue asesinado a balazos mientras caminaba en plena vía pública. Al sujeto le dispararon desde un vehículo en movimiento y resultó con heridas por proyectil de arma de fuego en la cabeza, el cuello, los brazos y las piernas.
Finalmente, la mañana de este viernes otro muchacho de 22 años identificado como José Sandoval González fue asesinado cuando caminaba por la calle en Guararí de San Francisco, Heredia. Se desconoce si venía o se dirigía hacia su casa.
De acuerdo con el OIJ, el joven fue interceptado por otro sujeto que le disparó en varias ocasiones y luego se dio a la fuga. El baleado murió alrededor de las 7 a. m. tras llegar al hospital y por el momento la investigación avanza con solo testimonios de testigos.
En la mayoría de balaceras las autoridades recolectaron casquillos de pistola nueve milímetros y en ninguno de los casos se sabe con certeza el móvil de los hechos, pero por el tipo de heridas que presentan las víctimas, podrían tratarse de ajustes de cuentas.
Hasta este 2 de febrero, el país acumulaba 146 asesinatos. En promedio, se trata de 2,4 muertes homicidas diarias, lo que implicaría que el año cerraría con 894 casos, según las proyecciones del Organismo de Investigación Judicial.
Si se alcanzan esos valores, sería un crecimiento del 36% con respecto a los 657 asesinatos del 2022, cuando se alcanzó la cifra más alta en un año desde que se tienen registros en el país.
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