Aquiles, el perro adiestrado en detección de sangre y restos humanos en escenas modificadas, falleció la mañana de este miércoles confirmó el Organismo de Investigación Judicial (OIJ).
El can era de la raza Bloodhound y participó en más de 280 investigaciones, entre las que destaca la masacre de Liberia, donde fallecieron asesinados cinco estudiantes universitarios el 19 de enero del 2017.
En la casa del barrio La Victoria de Liberia encontró rastros de sangre en una pantaloneta y un par de tenis, así como un cuchillo que empleó Gerardo Ríos Mairena, sentenciado a 216 años de prisión por los cinco asesinatos.
El papel de Aquiles resultó vital para la investigación de evidencias, gracias a que contaba con un excelente olfato, por lo que detectaba dónde hubo sangre.
Sin él, los investigadores se veían forzados a utilizar Luminol, un químico que hace visibles las manchas de sangre. Aquiles formaba parte desde hace 9 años de la Unidad Canina del OIJ.
Su labor también fue de vital ayuda en el hallazgo de un cuerpo enterrado en el patio de una casa en abril del 2016, situada en Purral de Goicoechea.
En aquella ocasión, el cadáver estaba enterrado a metro y medio de profundidad. Los investigadores ubicaron una fosa de cemento, la cual al abrirla tenía en su interior los restos, envueltos con prendas de vestir y en estado esquelético.
Además, viajó a Panamá en varias ocasiones a colaborar en diferentes investigaciones. También estaba certificado para realizar investigaciones en toda Latinoamérica.
Uno de los casos más recientes en los que participó el agente canino fue el doble crimen de un padre y su hijo, ocurrido el 15 de marzo dentro de un apartamento en Sabana Sur. Por este caso fueron arrestados tres hombres y una mujer.
Aquiles había llegado al Organismo de Investigación Judicial (OIJ) por donación de la Policía Municipal de Belén cuando tenía cuatro meses.
Sus primeras apariciones se remontan al 24 de octubre de 2012, cuando encontró los restos de un periodista mexicano, en Bello Horizonte de Escazú.
El 5 de junio del 2014, el perro participó en el hallazgo del cuerpo de la psicológa Ana Patricia Delgado Castro, en la entrada del refugio de vida silvestre Punta Mala, en Parrita.
Ese día Aquiles se metió entre el monte hasta llegar a un montículo de hojas de plátano y ahí se sentó. Luego, uno de los agentes que participaba en la búsqueda levantó una hoja y vio una mano, por lo que alertaron a los agentes encargados de la recolección de indicios para que levantaran el cadáver.
En marzo del 2011, ayudó en la detección de rastros de sangre en la parte trasera de una casa de un hombre de apellido Narváez, quien habría intentado quemar el cuerpo del porteador José Andrés Cerdas al menos tres veces.
Dicho caso ocurrió en la localidad de Cañas, Guanacaste, donde el can detectó un hueco de al menos dos metros de largo y 50 centímetros de hondo. Allí se cree que quemaron a Cerdas para luego abandonarlo en una carretera en Los Chiles de Alajuela.
Entre los cuidados que tienen los perros de raza Bloodhunt es que todos los días se le deben de revisar las orejas y los lagrimales.
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La Policía Judicial indicó que este jueves ahondará en más detalles sobre el deceso.