Luego de diez meses en el cargo como interino, el ahora director general en propiedad del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), Randall Zúñiga López, ha reconocido los principales retos que enfrenta la institución: un fuerte aumento de la criminalidad y poco dinero para combatirla.
Zúñiga, quien fue electo este lunes por la Corte Plena, dijo en conferencia de prensa que ya se preparan proyectos para atender asuntos como el crimen organizado, la lucha contra la corrupción y el incremento de delitos.
No obstante, reconoció que “tenemos una realidad, no nos está llegando la cantidad de dinero que se requiere para poder trabajar, y yo les voy a ser muy claro, tenemos una deuda moral con este país, para que las personas puedan sentirse seguras, y si es necesario tocar las puertas que sean, lo haremos”.
Entre las propuestas de ley que impulsa la entidad, están ser exonerados del pago del Impuesto al Valor Agregado (IVA), salirse de la regla fiscal, la cual impone límites de gasto según el nivel de endeudamiento del Gobierno, y que a través de impuestos la institución reciba ingresos adicionales.
“El faltante fiscal es preocupante, es un problema, pero también tenemos que ver cuáles son las prioridades que tenemos a nivel país”, declaró Zúñiga, quien ha dirigido el órgano durante una grave crisis de homicidios: a este 28 de agosto se suman 587 asesinatos en el 2023, 176 más que el 2022 a la misma fecha, y de mantenerse la tendencia, el año cerraría con cifra récord cercana a los 865 muertos, según proyecciones del OIJ.
“Cuando vivimos el momento más alto álgido en la historia de inseguridad en el país, no resulta tan aceptable que pongamos un límite a nivel presupuestario, Costa Rica ocupa que la Policía Judicial sea fuerte”, afirmó luego de su juramentación ante los magistrados.
Los recursos adicionales, señaló Zúñiga, se necesitan para contratar más personal, retener al existente y modernizar la tecnología que se usa para investigar el crimen. Por ejemplo, la entidad debió recurrir a la donación de una embajada amiga (Zúñiga no detalló cuál) para tener la licencia de un software, solo durante año y medio, que usarán para abrir celulares en las investigaciones.
Sobre los problemas de personal, el director aseguró que muchas personas quieren entrar al OIJ, pero la falta de incentivos salariales ha dificultado que los talentos permanezcan en la institución.
“Existe un gran reto en lo que se llama bienestar policial, estamos en un contexto bastante complejo, hay posibilidades reales de que no existan aumentos salariales durante algún periodo y eso nos obliga a generar algunas estrategias para lograr esa fidelización del personal”, explicó.
Elección casi unánime
Zúñiga fue respaldado por 20 de los 21 magistrados presentes en la sesión de este lunes, con solo un voto, el de Julia Varela, para la candidata Marcela Ortiz Bonilla.
El nuevo jerarca en propiedad, de 47 años, tiene una licenciatura en Derecho y Notariado de la Universidad de San José, una licenciatura en Ingeniería en Sistemas Informático con énfasis en Gestión de los Recursos Tecnológicos de la Universidad Latinoamericana de Ciencia y Tecnología (Ulacit) y cuenta con el plan de estudios completos en Criminología de la Universidad Libre de Costa Rica (Ulicori).
Es funcionario del Poder Judicial desde 1998. En el 2003 ingresó al OIJ, donde ocupó cargos como investigador 1, analista criminal, jefe de la Unidad de Análisis Criminal, jefe de la Plataforma de Información Policial, subjefe de la Oficina de Planes y Operaciones, jefe de la Oficina de Planes y Operaciones, subdirector general y desde noviembre de 2022, director general interino, luego de la muerte del anterior jerarca, Walter Espinoza, a los 54 años.
Además, en el 2004 fue reconocido como el mejor analista criminal del país, y en el 2012 como el mejor servidor de la Oficina de Planes y Operaciones.
Una vez iniciado el concurso, 39 personas entraron a una lista inicial de aspirantes, que luego fue reducida a 21, y este lunes se presentó una nómina de 16 candidatos, escogida con base en las notas del promedio de preselección y las calificaciones de las entrevistas realizadas por la Comisión de Nombramientos de la Corte, en las cuales Zúñiga tuvo la nota más alta.
A diferencia del presidente de la Corte y el fiscal general, cuyos nombramientos duran cuatro años, el director general del OIJ tiene nombramiento indefinido. Quien ocupó el cargo por más tiempo fue Jorge Rojas Vargas, por 11 años, entre el 2001 y el 2012.