Tres semanas después de que fuera sustraída la bebé de nueve meses Keibril Amira García Amador, en apariencia, por su propio padre, en Alvarado de Cartago, la bisabuela de la menor aseguró que en la familia aún esperan encontrarla con vida, pues el sospechoso no le haría daño a su propia hija.
“Siento que no, es la hija de él, obvio él no le iba a hacer daño a su hija, tal vez de quitarla sí pero para dársela a otras personas, yo siento eso, porque él la quiere mucho”, contó este domingo a La Nación la bisabuela María Auxiliadora Cerdas.
El sujeto de 33 años, de apellidos Casasola Salas, está detenido por la sustracción y además, será procesado penalmente por el delito de violación de menor de edad, pues la madre de la bebé es una niña de 13 años y su hijastra.
Cerdas cree que él no quiere hablar con las autoridades para que lo mantengan aislado en la cárcel de Terrazas, ubicada dentro del complejo de La Reforma, en San Rafael de Alajuela, y no lo trasladen con la población carcelaria general.
Entre las versiones que han surgido a lo largo de los últimos días, la que tomó fuerza en algunos medios de comunicación y en redes sociales fue que la niña estaba en la zona sur; sin embargo, el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) lo descartó este viernes.
Para Cerdas y su familia, eso representó un momento de esperanza seguido por la desilusión. “Estábamos tan contentas, yo lloraba, mis hijas también, viera usted, estábamos súper contentas, pero después nos dieron la noticia de que no (era cierto)”.
A pesar de todo, la señora afirmó que “esa es la esperanza, que ella esté con vida”.
Dentro de la familia no se tiene claro las circunstancias en las que la bebé fue sustraída el 9 de abril en la comunidad de Mata de Guineo de Cervantes, pero Cerdas considera que la misma madre de Keibril fue manipulada por Casasola para que le entrega a la bebé.
También señaló que es posible que otras personas estuvieran involucradas en la sustracción.
“Tiene que haber otras personas metidas, ¿cómo iba a hacerlo él solo tan rápido todo eso? Jamás, él solo no lo pudo haberlo hecho, tuvo que haber algún cómplice”, afirmó.
Vecinos cuidan altar de la bebé
En las últimas semanas, muchos vecinos de Mata de Guineo y El Bajo de Cervantes han llevado flores, cartas, regalos, peluches y corazones al altar de Keibril, que colocaron en una verdulería de El Bajo, donde trabajaba la que sería la madrina de la bebé.
Mientras la búsqueda avanza incluso con ayuda de la Interpol, la comunidad también mantiene la esperanza de que la niña aparezca viva.
“No creemos que a ella le hicieran algún daño, ella debe estar con vida, en algún lugar la deben de tener escondida. Ese muchacho tiene muchos conocidos y alguno de ellos debe de haberle ayudado”, comentó una persona que prefirió no identificarse.
A pesar de que en el lugar ya se comentaba que Casasola podía ser el papá de Keibril y, por lo tanto, el autor de una violación, los lugareños se vieron sorprendidos de que él estuviera involucrado en la desaparición de la niña.
“Una hermana mía la vio ese día cuando llevaba la bebé, muchas personas dicen que es mentira que (la mamá) no llevaba la chiquita, pero sí la llevaba en el coche, porque todos los domingos ella vendía números de una rifa para ayudarse”, declaró otra vecina.
“Él (Casasola) fumaba ‘mecha’ y a veces robaba, pero no lo creemos capaz de haberle hecho daño a la bebé. Aquí desde que quedó embarazada todos comentaban que la bebé era de él, y que ella se la habría entregado para encubrirlo por la prueba (de ADN), que sería días después de que se perdió”, añadió.