El incendio, que habría provocado una madre para que sus hijos murieran asfixiados, se concentró en solo un cuarto del apartamento donde vivían, declaró ante los jueces un bombero que atendió el siniestro, ocurrido el 26 de abril del 2018.
Rodrigo Leandro Quesada, capitán de Bomberos de barrio Luján, afirmó haber notado este y otros detalles inusuales y así lo detalló en el testimonio brindado este martes ante el Tribunal Penal de San José.
Él es el primero de los 26 testigos que participarán en el juicio que se sigue contra una mujer de 29 años, de apellidos Batista Milian, acusada por homicidio calificado.
“Si el fuego ardió con esa intensidad no fue necesariamente porque el habitáculo tuviera condiciones diferentes para realizar esto”, declaró Leandro.
“Por eso me llamó la atención la condición de deterioro que tenía ese habitáculo en particular, en relación a la posible afectación que pudo haber tenido el resto del edificio, siendo construido todo del mismo material”, agregó.
Asimismo, el capitán indicó a los jueces que normalmente la escena de un incendio deja restos no quemados, según su posición frente al origen del fuego.
No obstante, esta habitación estaba completamente afectada. Leandro describió que el lado interno de la puerta estaba quemado, mientras la parte exterior no tenía tal daño.
Otro especialista del Cuerpo de Bomberos detalló en el juicio que una herramienta electrónica detectó dos rastros de acelerantes (sustancias que pueden iniciar un incendio) en el dormitorio donde ocurrió el hecho, así como dos muestras más en la entrada de la vivienda y en el patio de pilas.
El Ministerio Público acusó a la mujer, de apellidos Batista Milian, de rociar con gasolina el cuarto donde estaban sus hijos de 7 y 10 años, en San Francisco de Dos Ríos.
La fiscala Alejandra Arce aseveró, este lunes ante el Tribunal, que Batista inició el incendio, cerró la puerta del cuarto con llavín y se quedó al menos cinco minutos en una zona segura del apartamento para cerciorarse de que los niños no escaparan, mientras ignoraba sus gritos y los de los vecinos que intentaban ingresar.
Este martes en la tarde el debate se suspendió, pues según el abogado defensor, Fabricio González, la sospechosa se desmayó en las celdas del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) y debió ser trasladada a un centro médico.
Madre lloró frente a bombero
Leandro relató que al llegar, ya el fuego estaba apagado. Cuando entraba, se topó con Batista, quien le dijo que sus hijos estuvieron en el incendio.
El bombero señaló como una particularidad que la mujer vestía ropa de salir, a pesar de que eran cerca de las 2 a. m.
A unos centímetros de la puerta de la habitación vio el cuerpo de uno de los niños.
Sobre una cama casi consumida por completo estaba el otro cadáver, del “que también quedaba bastante poco”, afirmó.
Al confirmarle a Batista la muerte de los menores, el bombero declaró que “ella lloró, se tiró a mis pies, la ayude a incorporarse”.
Esas fueron las interacciones que tuvo el testigo con la sospechosa, quien, según un dictamen de marzo, no contaba con trastornos mentales.
Aunque una médica forense emitió un nuevo informe el 19 de setiembre que reiteraba el resultado anterior, el abogado defensor apeló la resolución frente al Consejo Médico Forense del Organismo de Investigación Judicial (OIJ).
Este grupo estudiará si la perito falló en la elaboración del dictamen, el cual se realizó sin una entrevista a la imputada, alegó Fabricio González.
Según el defensor, un análisis actualizado podría demostrar que la indiciada tiene una condición mental que le impide someterse a un juicio ordinario.
En ese escenario, ella ingresaría a un procedimiento para la aplicación de medidas de seguridad, en el que evitaría una pena de prisión y, según lo que resuelva un juez, podría ser internada en un centro psiquiátrico.
El lunes, mientras la fiscala leía la acusación, Batista reaccionó como si desconociera que sus hijos estaban muertos.
Asimismo, este martes el abogado expresó al Tribunal que la acusada le aseguraba a él que los niños estaban en Estados Unidos con un tío.
Durante las declaraciones de los testigos, la mujer debió ser retirada de la sala porque interrumpía el debate con exclamaciones y llantos.